España apuesta por la planificación fiscal para combatir la evasión

Sevilla.- Quedan pocos temas pendientes del proyecto Erosión de la Base imponible y traslado de beneficios, BEPS (Base Erosion and Profit Shifting) en sus siglas en inglés, o al menos así lo han constatado los expertos encargados de las primeras ponencias del curso Los nuevos retos en la gestión de riesgos fiscales en un entorno de globalización que organiza estos días la sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Sevilla. A pesar de que se espera su implementación para 2018, y son muchos los retos a los que se enfrentan los estados, España apuesta por esta vía como la mejor herramienta para combatir la evasión fiscal.


En fiscalidad internacional, BEPS es el término que designa las estrategias de planificación fiscal utilizadas por las empresas multinacionales para aprovecharse de las discrepancias de los sistemas fiscales nacionales y trasladar sus beneficios a paraísos fiscales, donde no ejercen apenas actividad económica y así eluden el pago del impuesto sobre sociedades.
Según ha explicado la directora del encuentro, la vocal y asesora del Instituto de Estudios Fiscales, Cristina García-Herrera, la coordinación entre todos los países de la OCDE es importantísima para que no existan más problemas de la doble imposición y de fraude en la evasión fiscal. "BEPS es un proyecto muy difícil, pero existe una voluntad política, aunque quedan algunas cuestiones técnicas", ha apuntado.
Los expertos en riesgos fiscales presentes en el curso de UIMP Sevilla apuestan por un Convenio Multilateral para luchar contra estas prácticas abusivas acrecentadas por la crisis económica. El proyecto BEPS tiene como objetivo principal establecer mecanismos para que los gobiernos puedan evaluar y combatir estas agresivas estrategias dirigidas a la reducción de la tributación y a la deslocalización de impuestos hacia países de baja o nula tributación. La OCDE presentó en 2013 un plan de acción que diagnosticaba los principales problemas que había que afrontar relativos a las BEPS en el que se incluían 15 medidas para combatir la evasión fiscal de las empresas multinacionales. El director general de Tributos, Diego Martín-Abril, ha hecho un repaso de las medidas y ha destacado que el punto más crítico es el relativo al establecimiento de obligaciones de revelación de esquemas de planificación fiscal. "Todavía está un poco lejos de nuestra tradición jurídica pero se va a implementar también", ha asegurado.
Para la directora de la UIMP de Sevilla, Encarna Aguilar, este encuentro, dirigido a empresas, funcionarios de la Administración tributaria, profesionales de la asesoría fiscal, y universitarios, tiene una especial relevancia por el momento que estamos viviendo de especial sensibilidad con el fraude fiscal.
Los asistentes cuestionan el papel de algunos países, como es el caso del Reino Unido, porque consideran que su unilateralidad lo aleja realmente del espíritu BEPS. Tanto el jefe de la Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional, Néstor Carmona, como el profesor de la Complutense de Madrid, Fernando Serrano, han considerado que los británicos están fuera de los parámetros BEPS.
En el curso de la UIMP de Sevilla se ha hablado además de los precios de transferencia, el corazón de la fiscalidad internacional y del proyecto BEPS. "Se han producido avances importantes para que se tribute sólo allí donde se genera valor", ha matizado la directora del curso, Cristina García Herrera.
En su segunda jornada se hablará de otro gran reto: la armonización por parte de la Unión Europea del BEPS.