Francisco Guinea: “El grafeno permite su aplicación en muchos ámbitos, pero nunca podrá sustituir al silicio”

Santander.– El mundo global, donde los competidores de una empresa se encuentran en cualquier rincón del planeta, o el desarrollo en medicina y salud son ámbitos que beben de la innovación para asumir nuevos retos. Para mostrar cómo el conocimiento derivado de la investigación puede generar recursos, el encuentro IV Encuentro de Innovación y Desarrollo competitivo. Universidad, empresa y territorio ha celebrado una mesa redonda en la que investigadores y catedráticos han mostrado la dirección en la que avanza España en el ámbito de la innovación.

El físico Francisco Guinea, investigador del Instituto IMDEA Nanociencia, ha expuesto el trabajo de esta entidad, en la que actualmente trabaja en la investigación y las aplicaciones del grafeno. "Un material que, como mineral, es manejable y manipulable y permite una aplicación en muchos ámbitos". Uno de ellos es, por ejemplo, la electrónica, aunque Guinea ha asegurado que "nunca va a sustituir al silicio. Nunca jugará el mismo papel. Es más comparable al plástico, que es más versátil, pero no se le puede definitir por una aplicación concreta".
Junto a Guinea ha estado Manuel Desco, jefe de Servicio del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, que ha recordado que España es "la novena potencia mundial en investigación en relación con el PIB. Sin embargo, en innovación estamos por debajo del puesto 30 en el ránking mundial". Desco ha señalado como problemas "la baja inversión privada en innovación y la falta de referencia de grandes empresas tractoras", así como "la ineficacia en la transmisión del conocimiento. Ni a las empresas les interesa lo que hacen los investigadores, ni viceversa. Hay un problema de comunicación".
Por otra parte, en el marco de la mesa redonda, el especialista del Gregorio Marañón ha mostrado el trabajo que hace la plataforma Itemas, promovida por el Instituto de Salud Carlos III, cuya idea es que "todas las actividades de investigación e innovación de los hospitales lleguen tanto al propio sistema sanitario como a las empresas, en busca de desarrollo y mercado". Gracias a su Unidad de Apoyo a la Innovación (UAI), han conseguido pasar de 15 proyectos a 160 desde 2013.

Energía y agricultura

En el debate ha participado también Juan Carlos Merino Senovilla, catedrático de Física de la Materia Condensada de la Universidad de Valladolid y director de la Fundación Cidaut, que ha señalado que "primero hay que generar conocimiento para después ponerlo en circulación, y valorizarlo en función del mercado". En este sentido ha explicado que "no se puede crear una empresa basada en un producto o en una tecnología". Además ha subrayado que, para las empresas que apuestan por la innovación en España, falta "saber hacer negocios y tener un planteamiento empresarial como los grandes grupos. A veces echo en falta una experiencia profesional que sirva de guía".
Finalmente Jesús Antonio Gil, catedrático de Ingeniería Agroforestal de la Universidad de Córdoba ha destacado el trabajo en innovación que se está haciendo en un sector como el de la agricultura, especialmente en el ámbito del aceite de oliva. Ha lamentado la escasa inversión en agricultura, a pesar de que "somos el país más puntero y el más avanzado en producción de aceita de oliva, una actividad que supuso casi 3.000 millones de euros en exportaciones el año pasado".
Gil ha evidenciado que "el sector del olivar no es rentable. Actualmente el coste del trabajo no está por debajo del coste del producto". En este sentido ha mostrado el proyecto Mecaolivar del Centro de Mecanización, Tecnología Rural y del Olivar (Cemtro), que aplica la investigación a la maquinaria para la recogida de la oliva, ya que para combatir la situación "hay que reducir costes, que provienen principalmente de la mecanización", ha afirmado.

Fotografía: Pablo Hojas