José María Gil-Robles: “El Parlamento Europeo solo puede jugar un papel eficaz dejando de lado los populismos”

Santander.– El encuentro Treinta años de España en la Unión Europea. El camino de un proyecto histórico, que se celebra estos días en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en el marco de los Cursos Avanzados de Verano, ha contado hoy con la participación de José María Gil-Robles, expresidente del Parlamento Europeo. Su intervención ha girado en torno a la contribución española en esta institución.

Según Gil-Robles, los eurodiputados españoles han tenido mucha influencia en sus grupos y en las comisiones a las que pertenecían, "por su elevado nivel de preparación –no solo académica, sino también política– y por su perseverancia y tenacidad en cuanto a la persecución de los objetivos". Gil-Robles, que ha sido diputado en el Parlamento Europeo durante quince años en los que ha desempeñado diferentes cargos, ha explicado que "es un Parlamento en el que tardas entre uno y dos años en hacerte un hueco, pero una vez lo consigues lo tienes para el resto de tu vida parlamentaria y todo el mundo reconoce que tienes una autoridad".

El político ha referido que los representantes españoles en el Parlamento Europeo son partidarios de un método comunitario, por lo que han sido "extremadamente activos" en hacer avanzar la democratización de las sucesivas políticas comunitarias. "El método comunitario es necesario para aquellos países que creen que el bien común europeo no es distinto a los bienes comunes nacionales, sino que se hace combinando todos los intereses nacionales en un interés común", ha analizado.

Además, Gil-Robles ha afirmado que cuando los eurodiputados españoles llegan al Parlamento Europeo "se dan cuenta enseguida de que no estamos en el tercer mundo, y de que solo se puede jugar un papel eficaz si se dejan de lado los progresismos y los populismos". "Hay que ser serios y constructivos si queremos hacer una Europa que funcione, integrada, libre, culta y próspera dentro de lo posible, que naturalmente nunca es la perfección. Cada día surgen imperfecciones que hay que ir limando, superando", ha concluido.

Fotografía: Pablo Hojas