Santander.- Un encuentro que "nace con la misión de reforzar la calidad e impulsar la internacionalización de nuestros programas del Espacio de Educación Superior". Así ha explicado Francisca G. Caballero, vicerrectora de Postgrado e Investigación de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, la esencia de La acreditación de títulos como herramienta para la internacionalización que se celebra estos días en La Magdalena.
La vicerrectora ha inaugurado este curso acompañada de Miguel Ángel Galindo, director de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca); y el presidente y el director de su homóloga catalana AQU, Josep Joan Moreso y Martí Casadesús. Galindo, codirector del encuentro, ha destacado que aunque "este proceso se enmarca dentro de un ámbito de globalización", su fin último es "la convergencia" tanto en sistemas como en materias.
Los tiempos han cambiado y, como ha explicado el director de Aneca, si hace años se buscaba un trabajo "a veinte minutos de casa", ahora "puedes encontrar oportunidades de formación y trabajo" fuera de nuestras fronteras. Por eso ha incidido en la importancia de "abrirnos al exterior para: aprender de otros países y dotar de eficacia al proceso de acreditación".
La vicerrectora de la UIMP también ha insistido en la trascendencia de la internacionalización: "Se debe poner el foco en que la internacionalización ayuda a la mejora de la educación, contribuyendo a la resolución de los grandes retos globales de las sociedades modernas", ha comentado.
Senda común
Conseguir que todos los países vayan hacia una senda común en cuanto a las titulaciones universitarias es uno de los objetivos que se persigue con la acreditación de títulos. Una meta que "en Europa ya se ha conseguido", ha asegurado Moreso. No obstante, el presidente de AQU Cataluña ha comentado que hay "un problema que debemos resolver: los títulos de máster propios que hay en nuestro sistema", pues en algunos países "muy burocratizados", al ver que no tienen la etiqueta de 'oficial', no los convalidan.
Fotografía: Pablo Hojas
