La UIMP se acerca a la realidad de la violencia de género en adolescentes y el rol de las nuevas tecnologías

Santander.– Las nuevas tecnologías han cambiado nuestra forma de relacionarnos, incluso en fenómenos execrables como la violencia de género. Así lo ha evidenciado José Manuel Andreu, doctor en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) que ha investigado la agresividad en adolescentes, durante su participación en el encuentro Violencia de género, logros y retos de futuro.

Según datos de la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) de 2014, Andreu ha destacado "el alto porcentaje de casos, un 65,5%, en los que la violencia también se da a través de las nuevas tecnologías". Pero en lo que más ha incidido el investigador y psicólogo de la UCM es en los modelos sociales asumidos: "Los jóvenes agresores presentan un sistema de creencias sexista que les hace sentirse legitimados para ejercer el dominio, control y posesión sobre sus parejas, y para lograrlo consideran que la violencia está justificada".
Relacionados con estas creencias, Andreu ha hecho alusión a otros dos factores importantes. A nivel psicológico, ha hablado de las "distorsiones cognitivas de atribuciones internas", por las cuales las víctimas "no quieren ver la realidad, o directamente no pueden". En este aspecto se encuadran comportamientos como la "negación, minimización o justificación de la violencia, además de autoculpabilizarse". Además ha resaltado otra cuestión preocupante: el hecho de que "a los adolescentes les resulta difícil tomar conciencia y reconocer los insultos, el control, el chantaje y las amenazas como ejemplos de violencia", ha comentado Andreu. En muchos casos, ha dicho, los celos o el control por parte de la pareja "son interpretados como demostraciones de amor y confianza".
El doctor en Psicología por la UCM ha subrayado que "la violencia psicológica es el primer peldaño para la violencia física". Por otro lado, ha señalado la asociación de la violencia de género en adolescentes a "arquetipos que tienen que ver con una conceptualización del amor romántico totalmente distorsionado, que deriva de modelos de aprendijzaje machista y sexista, también provenientes de medios de comunicación, series y películas".
Otros fenómenos, como el ciberacoso o el sexting, han hecho que las campañas de prevención y sensibilización dirijan también su foco de atención a las redes sociales y las nuevas tecnologías. "No se trata de alarmar sobre el uso de las nuevas tecnologías, pero se trabaja especialmente en promover el uso responsable y el cuidado de la privacidad para evitar futuros comportamientos violentos más graves", ha precisado Andreu. Por último el psicólogo de la UCM ha enfatizado la importancia del entorno: "Los modelos de comunicación padres-hijo son importantes. La influencia de estos y de los compañeros puede ser un factor de prevención clave para que los jóvenes no caigan en estos patrones coercitivos", ha concluido.

Fotografía: Juan Manuel Serrano