Mario Vargas Llosa: “Solo nosotros somos los responsables de aquello que ocurre o deja de ocurrir en la sociedad”

Santander. No es la primera vez que Mario Vargas Llosa visita la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, aunque en esta ocasión lo ha hecho por un motivo especial: el Premio Nobel de Literatura ha sido investido Doctor Honoris Causa por la UIMP en un solemne acto académico que ha contado con la asistencia del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y del alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, entre otros representantes institucionales.

El autor hispanoperuano mantiene "gratos recuerdos" de todas las ocasiones en las que ha participado en los Cursos Avanzados en Santander, aunque posiblemente el más importante para él fue un seminario homenaje a Karl Popper, "pensador por el que tengo una gran admiración y cuyas ideas han marcado profundamente mis convicciones cívicas y políticas". Vargas Llosa ha reflexionado sobre la vida y la obra del filósofo austriaco, quien aseguraba que la historia no existe, sino que la inventan los historiadores: "Si en vez de orientar a la sociedad por el camino de la consistencia, la paz y la prosperidad, toma el camino de la división, la desaparición de las libertades y el atropello sistemático de los derechos humanos, no querrá decir que la historia eterna se haya equivocado, porque nosotros somos los responsables de aquello que ocurre o deja de ocurrir en la sociedad", ha apuntado.

El autor de Pantaleón y las visitadoras o La tía Julia y el escribidor considera que la libertad depende solamente del propio ser humano. Por eso, ha destacado el espíritu crítico como una de las cualidades más importantes en una sociedad: "Ese espíritu crítico nos permite aprender de nuestros errores y convertir las mentiras en verdades y las verdades deficientes en verdades operativas". Otra de las virtudes que ha destacado como relevante es el optimismo, una cualidad imprescindible en el comportamiento de Popper, al que en una ocasión le preguntaron en la UIMP que cómo podía mantener esa felicidad en una época en la que el terrorismo hacía estragos y la pobreza estaba a la orden del día. Y el filósofo contestó: "Es verdad, el mundo está mal hecho, a nuestro alrededor hay demasiado sufrimiento y dolor, pero cuando nos asalten estas ideas no nos dejemos desmoralizar porque hemos de recordar que en esa larga historia de la humanidad nunca hemos estado mejor que en nuestros días". Se refería a los instrumentos científicos, tecnológicos, sociológicos y políticos con los que contamos en la actualidad, que "combaten eficazmente los demonios de la enfermedad, el hambre o la pobreza", algo que Vargas Llosa ha querido reflejar.

"Ese optimismo contra viento y marea es muy necesario en esta época en la que los medios de comunicación, desarrollados extraordinariamente en nuestro tiempo, nos ponen prácticamente cada día la violencia ante nuestros y ojos y en la que los problemas políticos a veces parecen agigantarse y no tener nunca solución", ha insistido el ya Doctor Honoris Causa de la UIMP. Por último, ha abogado por conservar el optimismo, como defensor de la cultura de la libertad. "Los problemas son enormes, sin duda, pero todos ellos tienen solución, y esta depende única y exclusivamente de nosotros", ha concluido.

Laudatio de Pozuelo Yvancos
El profesor José María Pozuelo Yvancos ha incidido en la necesidad de reconocer la labor de Vargas Llosa y ha bromeado al destacar que las distinciones que reúne son tantas que "solo enumerarlas se llevaría el tiempo del que dispongo". Así, ha puesto de relieve la distinción otorgada por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, cuyas especificidades conectan "íntimamente" con lo que el escritor e intelectual hispano peruano ha defendido desde que se puso a escribir: "La necesidad de que la universidad sea uno de los nervios del pensamiento y de la cultura". Por ello, ha incidido en que Vargas Llosa "ha entregado su vida", en el espacio de la literatura, tanto como creador de grandes novelas y ahora obras de teatro, como en hondas reflexiones anidadas en sus ensayos críticos, y ha "mimado" el sistema vital de la cultura con "tanto afán y entusiasmo sin decaimiento", que su propio destino como "hombre y escritor" están unidos "a esta institución".

El padrino del homenajeado ha dicho también que Vargas Llosa se ha convertido, tanto en su práctica de creador como en sus reflexiones en distintos medios, "en el gran vindicador del poder formador de transformador de las ficciones", que comparten el mismo espacio con la libertad y "ambos son contiguos a la cultura y el arte en su sentido amplio".

Por último, ha abordado la confianza que Vargas Llosa sigue mostrando "en su denuncia y rebeldía contra dictaduras, credos e irracionalidades" que, según Pozuelo Yvancos, "le lleva lo mismo a censurar la deriva dictatorial de la actual Venezuela que a poner voz a los palestinos en una reciente serie de reportajes realizados in situ, no de oídas", ha destacado. Con una emotiva afirmación, "Vargas Llosa ha dedicado su vida y su obra a mostrar la verdad escondida de las ficciones, merece el aplauso y reconocimiento universitario", ha finalizado su intervención.

Palabras de Nombela
El rector de la UIMP, César Nombela, ha recordado en su discurso que la UIMP "vuelve a acoger" al consagrado escritor "cuyo magisterio y palabra han estado presentes en esta casa" en muy distintas ocasiones, lo que hace que "formen parte de manera indeleble de nuestro legado más preciado". Así, Nombela ha destacado la satisfacción del equipo de gobierno de la institución y la suya personal por honrar "a quien ha protagonizado una de las trayectorias más importantes de las últimas décadas". Después, ha descrito a Vargas Llosa como "maestro indiscutible de la novela, escritor transoceánico y global, intelectual incombustible y controvertido y deslumbrante ensayista literario".

Durante su intervención no ha querido pasar por alto la relación y "especial vínculo" que el ya Doctor honoris causa tiene con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, ya que "ha colaborado en numerosas ocasiones y circunstancias con nosotros", y este hecho testimonia a la perfección esa "estrecha relación" que nació en el año 1991 en el Encuentro con Karl Popper.

También ha recordado las palabras que Mario Vargas Llosa pronunció al recibir el Premio Internacional Menéndez Pelayo en el año 1999 en las cuales afirmó que "una humanidad que no hubiera leído poemas ni novelas sería tartamuda y afásica", por lo que, ha dicho el rector, "leer, y leer a Vargas Llosa, provoca todo lo contrario: plenitud de palabras, mundos nuevos entretejidos con el hilo de nuestros pensamientos y convertidos en algo tan tangible y tan real como son las palabras. En esto consiste el maravilloso donde la lengua que Mario Vargas Llosa ha elevado a su máximo esplendor".

César Nombela no ha perdido la oportunidad de recordar a los asistentes la importancia de algunas de las muchas obras del intelectual hispanoperuano, que en una ocasión señaló que "lo más importante que le había pasado en la vida era aprender a leer". La experiencia literaria y la de vida, ha añadido, son las armas del Premio Nobel, "un ejemplo perfecto de escritor vocacional entregado a su obra". De su trabajo ha destacado "el despliegue deslumbrante de técnicas literarias, desde la multiplicidad de puntos de vista, pasando por el monologo interior, la portentosa capacidad descriptiva" o el "admirable oído que posee el autor para el diálogo y la oralidad". Por ese motivo, ha concluido: "Su obra siempre nos parece eternamente joven, sin altibajos ni desfallecimientos, y revela la complejidad del mundo narrativo de Vargas Llosa, maestro de la novela".

Al acto han asistido, además del equipo rectoral de la UIMP, el rector de la Universidad de Cantabria, Ángel Pazos, el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, el rector de la Universidad Europea del Atlántico, Rubén Calderón, el delegado del Gobierno en Cantabria, Samuel Ruiz, el consejero de Presidencia y Justicia, Rafael de la Sierra, la directora general de Cultura del Gobierno de Cantabria, Marina Bolado y la directora general de Universidades, Marta Domingo entre otros.

Fotografía: Esteban Cobo/UIMP

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