Código
64BD
Horas
15
Fecha
31 Jul 2019
02 Ago 2019
Precio
135 € Tarifa C
Tipo
Encuentro
Temática
Artes y Humanidades
ECTS
0,5
Sede donde se gestiona
Santander
Lugar de impartición
Santander - Península de la Magdalena (Comedor de Gala)
Dirección
Peridis (José María Pérez)Arquitecto, dibujante y escritor
Premio Nacional de Restauración y Conservación 2018Secretaría
Jaime Nuño GonzálezHistoriador
Director del Centro de Estudios del Románico de la Fundación Santa María la RealPATROCINIO
COLABORACIÓN
Descripción de la actividad
A la vez que el Patrimonio Cultural es un valor en alza en todo el mundo, el conocimiento de las Humanidades va perdiendo fuerza globalmente e incluso su enseñanza empieza a tambalearse en muchos programas educativos, donde se priorizan las ciencias, de acuerdo a los requerimientos de unas sociedades cada vez más tecnológicas. A veces se olvida que este Patrimonio Cultural, más allá de una muestra plástica, monumental, de nuestro pasado es, en sus formas, en sus estilos, en su contenido, la expresión de las esencias de las sociedades pasadas, de sus modos de concebir el mundo, de sus éxitos y de sus miserias, de todo lo cual nosotros somos herederos directos.
Paradójicamente, frente a la depreciación de las Humanidades, hoy el Patrimonio Cultural constituye uno de los grandes reclamos turísticos, un destino de moda que mueve a muchas personas y mucho dinero, llegándose en algunos casos a un estado límite en que el propio atractivo de ese bien cultural y la demanda que existe para visitarlo se ha convertido en una enorme amenaza para su supervivencia.
Este curso quiere hacer una reflexión sobre esta situación, con un enfoque diverso sobre el valor del Patrimonio Cultural y lo que podríamos llamar su masiva «socialización». Las diversas intervenciones tratarán de explorar los cambios que se han experimentado en las últimas décadas sobre la proyección de esos elementos históricos y culturales, las distintas formas de promoción y el difícil equilibrio entre que se cumpla el sueño de muchos para que el Patrimonio se convierta en un recurso, en un modo de vida ‒que a veces se contempla como el único posible‒, o la maldición que supone para otros el riesgo de llegar a morir de éxito cuando prima la cosificación de la Cultura.