Santander, 7 de agosto. – La directora del curso ‘Las matemáticas de la música, la música de las matemáticas’ y miembro del Royal Birmingham Conservatoire, Laura Farré, está abordando esta semana las conexiones entre estas dos disciplinas. En la jornada de hoy, las ponencias han estado centradas en las matemáticas como herramienta para mejorar el aprendizaje musical, donde ha señalado que su formación universitaria en este campo, la sirvió para aprender a tocar el piano, por lo que fue desarrollando sus propias estrategias.
Durante el encuentro, Farré ha destacado que “el esqueleto de la música es matemático, ya que a nivel físico todos los parámetros musicales se pueden justificar desde esta ciencia, por lo que la música es el florecimiento a nivel científico”. “La música y las matemáticas siempre han ido de la mano, lo que es muy bonito porque se pueden explicar conceptos matemáticos muy complicados”, ha añadido la pianista, haciendo referencia a que “la música también nos permite crear cosas nuevas”.
Las matemáticas las encontramos a nivel de fundamentos, cognición, creación para componer e improvisar y para entender mucho mejor la música, según ha explicado Farré. “Durante muchos años estuve descubriendo cómo se pueden conectar ambos mundos y me di cuenta de que es una manera para hacer que a la gente le gusten mucho más las matemáticas”, ha resaltado.
“Nos ayudan a superar muchos problemas que tenemos habitualmente los músicos como el pánico escénico o lesiones”, ha indicado Farré que ha puesto en valor las posibilidades que ofrece como “una vida más sana para los músicos e interpretaciones más interesantes para el público”.
Como se está abordando en el curso, la música es una matemática intuitiva. No obstante, a pesar de que las múltiples conexiones entre ambos ámbitos son cada vez más conocidas por el conjunto de la sociedad, en pocas ocasiones se concreta en qué consisten. Entre las especialidades en las que ambas se entrelazan, podemos identificar tres categorías principales.
En primer lugar, las matemáticas como fundamento de la música, tanto a nivel teórico como físico. Es decir, cómo ideamos y materializamos la música para que sea tal y como la entendemos, ejecutamos y experimentamos. Este primer pilar está muy relacionado con la siguiente categoría: el componente psicológico asociado a la experiencia musical y sus relativos procesos cognitivos. Finalmente, la tercera y última categoría consiste en las matemáticas como herramienta creativa. Es decir, qué recursos y estructuras son posibles gracias a la implementación explícita de las matemáticas o la elección de estas como fuente de inspiración para la creación musical. De este modo, el taller tiene como objetivo proporcionar una introducción a cómo la música y las matemáticas se entrelazan desde estas diversas perspectivas para un alumnado principalmente con formación académica musical o matemática.