El Museo de Altamira contempla su entorno “sin prisas” en un mundo “líquido y digital”

Santander.- Dice la artista Andrea Juan, en la instalación de espejos que despliega entre los árboles del entorno de la Cueva de Altamira, que “rendíamos homenaje a la vida trenzando cuentos y leyendas que dejamos plasmados en nuestras cuevas”. Sin embargo, continúa, volvemos a un lugar “tan especial y mágico simplemente para reencontrarnos con nosotros mismos”. Ese ha sido el objetivo de la VIII Escuela de Arte y Patrimonio «Marcelino Sanz de Sautuola», que se celebra esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y que se ha trasladado al Museo de Altamira para “reconectar con la naturaleza”.