Ainhoa Amestoy (directora de escena): “Los profesores están ansiosos en este siglo XXI por encontrar otros modos de transmitir”

Santander, 26 de julio de 2019-. El "suspense" es una de las herramientas fundamentales para “despertar ese interés” que los profesores en ocasiones no reciben de sus alumnos, así lo ha subrayado la directora de escena y profesora de teatro de la Universidad complutense de Madrid, Ainhoa Amestoy, quien dirige esta semana el curso Herramientas del teatro para la enseñanza en el Campus de Las Llamas de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

En una entrevista concedida a la UIMP, Amestoy ha destacado que “los profesores están ansiosos en este siglo XXI por encontrar otros modos de transmitir”. En este sentido, la directora de escena ha considerado como necesario el mantener “la curiosidad” en el estudiante, ya que, a su juicio, “si el espectador no quiere saber, no se engancha a la pieza”.

Precisamente, este tipo de recursos técnicos son los que se han  desarrollado en el taller impartido del 22 al 26 de julio en la UIMP, donde Amestoy ha realizado un recorrido por “múltiples herramientas” teatrales, con el objetivo de mejorar la comunicación en una clase, y así conseguir romper “con lo tradicional”. En este sentido, la directora ha considerado que existen técnicas que son “más aprovechables” que otras, como, por ejemplo, el trabajo que se desarrolla a través de la luz: “No es lo mismo si en un aula tienes una iluminación apagada, que correspondería en teatro a una tragedia, que, si tienes una iluminación absolutamente viva, que en teatro correspondería a una comedia”.

Además de la luz, la directora también ha resaltado la disposición del espacio como otro de los instrumentos relevantes: “Si por ejemplo tengo a los alumnos frontales frente al profesor, en lo que llamamos en teatro, `teatro a la italiana`, la relación es mucho más distanciada”. Por otro lado, “la clase circular es mucho más participativa”, en opinión de Amestoy. Finalmente, la última herramienta a destacar tiene que ver con el contacto visual: “cómo mirar a ese receptor para que no se te escape”.

En cuanto a los profesores que acuden a este curso, Amestoy explica que “son profesores especiales” que vienen en busca de “nuevos planteamientos para resultar más atractivos con el alumno, y también para su propia vida”. Además, la gran mayoría no son profesores de teatro. “A algunos les ha tocado la asignatura de teatro de rebote -explica la directora del taller-; son del ámbito de música, de danza, de lengua y literatura. Por esta razón, muchos de ellos se ven en la obligación de dar clases de teatro para saber cómo hacerlo”.

Para la directora de obras como Amor, amor, catástrofe, parte de su misión consiste en hacer que los asistentes no se aburran y desconecten, por lo que procura acercar a profesionales de distintos ámbitos a la clase para que los alumnos conozcan nuevas herramientas teatrales. Este año, por ejemplo, participa la logopeda Roxana Coll que, como explica Amestoy, les ha “aproximado al manejo adecuado de la voz”. El equipo se completa con la participación de Luis d’Órs, quien ha hablado “sobre narración oral, para transmitir las asignaturas de manera atractiva para el oyente”; además de Borja Cortés, “uno de los especialistas en España en el mundo de la improvisación”, en palabras de Amestoy. A este grupo de profesores este año se han sumado dos invitados especiales: el actor y músico Juan Cañas, integrante de la compañía Ronlalá, y la profesora y dramaturga Julieta Soria.

 

Foto: Esteban Cobo (UIMP)