Santander.– Alejandro Enrique Alvargonzález, secretario general de Política de Defensa (Segenpol), ha asegurado que la formación del Estado Islámico "no es la de una pandilla de desarrapados, entre ellos hay gente muy bien preparada", en la inauguración del encuentro Desafíos del terrorismo yihadista. Junto a él han estado Sebastián Coll, vicerrector de Internacionalización de la UIMP, y Miguel Ángel Ballesteros, director del curso.
En este aspecto, Alvargonzález ha añadido que además "muchos de estos terroristas han aprendido, por determinadas circunstancias, a odiar. El terror crea clientela y produce dificultades cuando llega a los límites de enemigos que no están lo suficientemente preparados". El secretario general ha señalado las primaveras árabes como germen del avance del Estado Islámico en Oriente Próximo y el Magreb, debido a la destrucción de muchas estructuras de estado, a la vez que ha recalcado que la globalización ha transformado el terrorismo que conocíamos: "Las sociedades tienden a ser más multiculturales y multirreligiosas, y se pierde la homogeneidad interna. Si no crece la tolerancia, nace la confrontación".
Tras un análisis individual de la situación de los países del Magreb y Oriente Próximo, el secretario general ha subrayado la necesidad de la cooperación entre los estados, y especialmente entre Marruecos y Argelia, que sería "fundamental para la estabilidad de la región, aunque ahora las relaciones son malas". En este sentido, ha destacado que "si el norte de África se acerca a la desestabilización, España se verá obligada a participar de su seguridad, que también es la nuestra". Y ha advertido que la amenaza del Estado Islámico es "real" para nuestro país, ya que "ciudadanos españoles han sido asesinados".
Por último ha insistido en la idea de que "la solución final no es la militar, aunque es necesaria para dar paso a las soluciones verdaderas, que son en buena medida políticas trasversales".
Crisis histórica de refugiados
Tras la intervención de Alvargonzález, ha participado en el encuentro el periodista Ignacio Cembrero, que ha profundizado en la situación política de los países del Magreb y ha advertido de que "tenemos la mayor crisis de refugiados desde la II Guerra Mundial. Existe una situación complicada de la que la opinión pública del sur de Europa y muchos de nuestros gobernantes no son conscientes".
Cembrero ha considerado a Túnez como "la única democracia que hay en el norte de África, y que aparentemente va por buen camino", mientras Libia "hoy en día es un estado casi fallido", con dos gobiernos, uno en Tobruk y otro en Bengasi. Ante esta inestable situación, el experiodista de El País y El Mundo ha vaticinado que "en ausencia de un gobierno libio unificado que combata al Estados Islámico, esta organización se convertirá en hegemónica en 12 o 18 meses".
Asimismo, ha establecido las consecuencias que una inestabilidad prolongada en esa zona podría tener en España. "Podemos encontrarnos con dificultades de abastecimiento energético, el riesgo de contagio, pues un tercio de los yihadistas que salen de Marruecos proviene del noreste del país, cercano a Ceuta y Melilla, y el riesgo de la inmigración descontrolada". En lo relativo a este fenómeno, ha recordado las dificultades que están sufriendo Grecia e Italia, país al que se estima que "en torno a 450.000 libios estarían esperando a dar el salto", según organismos participantes de la Operación Tritón.
Finalmente, ha tratado la remota posibilidad de que los países de la Unión Europea lleguen a intervenir para solucionar la inestabilidad del Magreb. "La UE está tan enfrascada en sus problemas con la crisis, Grecia, una posible salida de Reino Unido, y la vista en Rusia y Ucrania, que veo difícil que pueda actuar en el escenario del norte de África con eficacia".
Un cambio de estrategia
La primera jornada de este encuentro sobre terrorismo yihadista la ha cerrado Javier Rupérez Rubio, exdirector ejecutivo del Comité contra el Terrorismo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU). "Hay que proceder hacia un cambio de estrategia. No se pueden utilizar las mismas fuerzas de seguridad que hemos utilizado para otros métodos terroristas. El Estado Islámico requiere de una respuesta militar", ha asegurado Rupérez, y ha añadido que "llegará un momento en el que EE.UU. no tendrá más remedio que proceder a una intervención".
Por otra parte, el diplomático ha explicado la evolución que han sufrido las resoluciones del organismo internacional, distinguiendo la 1373, tras el atentado del 11 de septiembre de 2001, calificándola de "Carta Magna antiterrorista", y ha constatado que lo único que hace falta es "poner los textos en práctica. La ONU no puede hacerlo porque no tiene una capacidad operativa, tienen que ser las naciones", ha rematado.
Fotografía: Pablo Hojas
