Ángel Caballero insiste en la eficacia de un examen previo a la hora de patentar productos

Santander.– El vicepresidente adjunto de Transferencia de conocimiento del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Ángel Caballero, ha participado en el curso Proteger las Innovaciones en España: la nueva ley de patentes que se está celebrando estos días en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Ángel Caballero ha apostado por la eficacia de la nueva ley de patentes, que incorpora como novedad un examen previo y obligatorio para la concesión de una patente e implanta un único procedimiento de concesión que beneficia a la seguridad jurídica de los investigadores.

En este sentido, Caballero ha destacado que la nueva legislación mejora "la capacidad de proteger lo que realmente somos capaces de generar en nuestros laboratorios", es decir, "las producciones científicas que vamos a patentar".
En total, en 2015 en España se hicieron 2.882 patentes, una cifra que, según el ranking por países de la EPO, "nos sitúa en el puesto 17, por debajo de Canadá y un punto más arriba que Taiwan". Así, Caballero ha explicado que de la cifra total, 155 patentes fueron producidas por el CSIC, líder en España en registrar productos científicos.


Por otra parte, en relación con la fabricación de patentes de la Unión Europea, Caballero ha avanzado que "las patentes españolas conforman el 1% del total de Europa, con un peso económico del 7.8%". Datos que además sitúan al CSIC, principal otorgador, en el número 11 del total de los organismos gubernamentales que conceden patentes.

Sin embargo, el experto ha destacado que "aún hay mucho trabajo por hacer", sobre todo en la protección del conocimiento y en no publicar investigaciones sin la patente previa. "Necesitamos convencer a los investigadores de esa protección antes de publicarlo en una revista porque, si no, estamos difundiendo el conocimiento y dándoselo gratuitamente a cualquier publicación", ha afirmado.
En este sentido, Caballero ha explicado que "existe una dedicación clara en la función investigadora, pero los incentivos para la transferencia de conocimiento deben ser potenciados y efectivamente aplicado".Además, a juicio del ponente, es necesario convencer, informar y transmitir a los investigadores la misión de patentar el conocimiento.

Finalmente, Caballero ha insistido en que lo importante no es patentar mucho, sino filtrar aquellos productos científicos que se quieren registrar y proteger el conocimiento que se crea en torno a ellos. Además, hay que tener en cuenta que "la ciencia no es el único objetivo", hay otros factores que influyen a la hora de patentar un producto.

FOTOGRAFÍA: Juan Manuel Serrano / UIMP