Barend Verachtert: “La gran pregunta es cómo alimentaremos a nueve mil millones de personas”

Santander.- Barend Verachtert, responsable de la unidad de Agri-Food de la Comisión Europea (CE), ha participado en el encuentro Food Think Tank: Retos para alimentar el planeta que organiza la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Durante su intervención ha descrito algunas de las medidas fijadas por la CE para potenciar la producción alimentaria ante el aumento poblacional que se espera en los próximos 30 años: “La gran pregunta es cómo alimentaremos a nueve mil millones de personas”.

“Para el área de agricultura manejamos un presupuesto que ronda los cuatro mil millones de euros, es una cantidad aceptable, pero los objetivos que nos hemos puesto son ambiciosos”, ha afirmado Verachtert respecto a las metas que la CE ha fijado para 2050. Entre las áreas que más trabajo requieren ha señalado, por un lado, el ahorro energético: “Tenemos que intentar reducir las emisiones de CO2 que provienen del sector agrario”. Y, por otro lado, la desnutrición en algunas poblaciones: “Uno de los retos del programa se titula ‘Hambre 0’. Queremos acabar con el hambre en el mundo y reducir un 50% la cantidad de comida que se malgasta”.

En línea con estas afirmaciones, el responsable de Agri-Food ha explicado también el desequilibrio actual que existe en el planeta en términos de abastecimiento ya que, “mientras dos mil millones de personas sufren sobrepeso, todavía existen 793 millones de habitantes que no pueden cubrir sus necesidades alimentarias básicas”.

Para luchar contra este problema, Verachtert ha asegurado que el futuro del sector primario pasa por la configuración de un sistema “sostenible, responsable y competitivo que refuerce la seguridad alimentaria”. Del mismo modo, ha indicado que la clave será pasar de “un sistema cuya economía está basada en la producción fósil, a un sistema sostenible con mayor conciencia ecológica que dé protagonismo a recursos naturales como la tierra, el mar y los océanos”.

Para concluir, ha valorado de forma positiva el futuro de la transformación agrícola puesto que “ya existe la tecnología suficiente para convertir materias primas naturales como bosques o cultivos, en fuentes de energía no contaminante y de calidad”.

 Fotografía: Juan Manuel Serrano Arce