César Nombela: “El ser humano no es reducible a sus genes, somos mucho más que nuestra genética”

Santander. –"Todo el proceso de desarrollo de la ciencia ocurrió sin una meta establecida", ha manifestado el rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, César Nombela, que se ha subido a la tarima de la XVI Aula Ortega y Gasset en la última sesión del curso para explicar a los alumnos La Investigación biomédica: una reflexión desde la ciencia y la bioética.


Como catedrático de Microbiología, Nombela ha reconocido que existe "un predominio de las ciencias de la vida en el mundo de la investigación" que permite entender las claves del progreso del conocimiento y abre la puerta a grandes descubrimientos como "la modificación genética a través de la reprogramación de la información de los genes del ser humano". Y es entonces cuando, según ha explicado el rector, surgen cuestiones bioéticas e interrogantes, al margen de si se trata de "corregir un defecto genético", lo cual es "legítimo", porque, ha añadido, "el ser humano no es reducible a sus genes, somos mucho más que nuestra genética".
Nombela ha hecho un repaso histórico de la ciencia y ha recordado que las primeras investigaciones datan de 1911, fecha en la que los científicos "mapearon" el cromosoma X para situar "genes asociados". Y a partir de ahí, se impulsó "la biología experimental" que había sido hasta entonces "únicamente descriptiva" y que culmina en los años cuarenta del siglo pasado.
Nombela ha recordado también a científicos como Schröedinger, experto en física cuántica, quien definió en su libro Qué es la vida "el comportamiento ordenado y reglamentado de la materia", que a su vez inspiró a James Watson a investigar los genes, lo que llevó al descubrimiento de la estructura de doble hélice que muestra la imagen del ADN.
Otro de los avances científicos que ha querido destacar el profesor Nombela ha sido el descubrimiento del material hereditario situado en el DNA: "la información está en los genes y las mutaciones son aleatorias, es decir, al azar".
En 1974 surge la ingeniería genética y fue entonces cuando la biología da el gran paso al aplicarse en intervenciones sobre células, lo que permitió, ha recordado el rector, "aislar los fragmentos del ADN y modificarlo de manera controlada y dirigida".
Según Nombela, "para los científicos es tarea ardua conocer todos los genes, pues conlleva además de su propio análisis, el de las proteínas y sus aplicaciones derivadas". El Proyecto Genoma Humano (PGH) fue una investigación científica que determinó la secuencia de pares de bases químicas que componen el ADN y que identificó y cartografió los aproximadamente 20.000-25.000 genes del genoma humano desde un punto de vista físico y funcional. Culminó en 2001 y permitió conocer el polimorfismo de los genes.
Como cierre de la sesión, la vicerrectora de Postgrado e Investigación de la UIMP, Francisca García Caballero, que ha dirigido el Aula, ha agradecido tanto a alumnos como a ponentes su entusiasmo y disposición para adentrarse en las fronteras del conocimiento.

 

FOTOS: UIMP 2016 | Esteban Cobo