Darío Urzay reivindica la figura del artista, que en la actualidad es solo “un actor más en toda una parafernalia”

Santander.- Más de treinta años en la profesión y un reconocimiento que llegó a la cumbre con el Premio Nacional de Arte Gráfico en 2005 abalan a Darío Urzay, artista plástico que esta semana participa en el ciclo El autor y su obra con un curso magistral titulado En una fracción-Bifurcaciones en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Los alumnos están teniendo la oportunidad de acercarse a un trabajo que "muchos desconocen" gracias a su experiencia. Para ello se ha centrado en obras que han sido "síntesis de periodos" de su trayectoria y que, como ha explicado, han coincidido con su trabajo más conocido: "Cada día me he referido a dos o tres piezas que sirven para dar claves de cuales han sido mis intereses, y de los diferentes procesos y procedimientos en mi trabajo", ha explicado.

El artista vasco ha reconocido que Una fracción, exposición que actualmente se puede ver en el Palacete del Embarcadero de Santander dentro de la programación cultural de la UIMP, está entre sus favoritas pese a que no le suelen gustar sus últimos trabajos. En su opinión, el cuadro o la escultura, por ejemplo, no son obras de arte sino objetos que forman parte de ella: "Para mí una obra de arte es inmaterial, la activa el que mira. Si eso no sucede, estará viendo una pintura o una escultura, pero no una obra de arte", ha afirmado.

Si piensa en sus primeros años en el mundo del arte encuentra varias diferencias con la actualidad del sector y con su forma de trabajar. Respecto a su método de trabajo han podido influir sus dos hijos (de cinco y año y medio). Desde que llegaron a su vida, ha confesado, sus obras son "más responsables": "Antes podía dejar más alegremente acabada la obra y ahora me exige más esfuerzo y tengo un grado de responsabilidad mucho mayor con las piezas, lo que no quiere decir que sean mejores o peores", ha destacado.

En relación al momento que está viviendo el mundo artístico n0 tiene las cosas claras, pero no duda de que en estos últimos treinta años han cobrado importancia "agentes que aparecen en la escena artística que no son los creadores", como pueden ser los comisarios o los galeristas. "Antes tenía la sensación de que el artista era lo más importante y hoy en día, parece que es un actor más de toda una parafernalia de una macro estructura", ha señalado Urzay. Por ello, no ha dudado en reivindicar la figura del creador: "Sin él no habría arte aunque puede que en un futuro no haga falta", ha concluido.

Fotografía: Esteban Cobo