El dramaturgo Sanchis Sinisterra apuesta por preservar el arte de etiquetas patologizantes

Santander.- El dramaturgo, José Sanchis Sinisterra, ha participado en el seminario ¿Una maldición que salva? Escritoras y locura de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde ha destacado que “el arte como frontera entre el delirio y el sueño es un territorio que habría que preservar de las etiquetas patologizantes”. En su opinión, lo que se refiera a locura y se trata como una patología medicalizada “no es más que algo similar a la locura de los colectivos sociales”. De modo que dicha conducta, en una sociedad enferma, es “como una macrorevolución, que necesita un contexto para desarrollarse”, ha asegurado.

Esa zona de intersección entre el sueño y el delirio es “la poética del sueño, un territorio importante de autoconocimiento y puente a la creación artística” que, según ha considerado, “nos puede ayudar a entender esos delirios que no son externos al mundo del arte”. Asimismo, ha señalado que “lo raro es que no estemos locos, o que no se nos considere como tal, en esta especie de locura consensuada que nos hace vivir el mundo contemporáneo”. Y es que, en la “experiencia del individuo en sociedad es difícil mantener un equilibrio existencial”. Es por eso que “la teoría del caos es la única que puede explicar todas nuestras conexiones cerebrales”. Y esto es así, como ha resaltado porque “en un orden cuya complejidad se nos escapa, todo tiende a autoorganizarse de manera impredecible en islas de orden”.

En esta línea, Sanchis Sinisterra ha señalado que “quizá el sentido de los sueños no esté en los elementos narrativos sino en cómo aparece descoyuntada la lógica de lo real en cada sujeto”, y en ello “la poética del sueño nos puede ayudar a entender esos delirios que no son extraños al mundo del arte”, ha asegurado. Dentro de esta poética, ha explicado el dramaturgo, “la temporalidad, la retrospección, la causalidad, la desproporción causa-efecto, la percepción desenfocada, la suplantación o la exacerbación de la culpa son ámbitos que aparecen alterados en el sueño”.

Por último, el autor de Ay Carmela ha abordado la ‘narraturgia’ como género híbrido que abarca “una frontera cada vez más presente en la escritura dramática contemporánea”. Se trata de una mezcla, ha destacado, de “la forma dramática canónica, interpretada por voces ficcionales, y el material narrativo, donde hay una voz autoral que se hace cargo del desarrollo de los acontecimientos”. Un segmento importante de la escritura dramática de los últimos quince o veinte años, ha explicado: “Se encuentra en esta ‘narraturgia’, donde a veces es difícil discernir que el los propiamente dramático y lo narrativo”.

Crédito UIMP 2017 | Esteban Cobo