El ser humano regresará a la Luna sobre el año 2024 y llegará a Marte cerca del 2040, según José Miguel Mas Hesse

Santander, 22 de julio de 2019-. José Miguel Mas Hesse, del Centro de Astrobiología de Madrid, ha anunciado esta mañana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander que “no se irá a Marte hasta dos mil treinta y muchos o 2040”, después de construir una estación lunar, entre otras cosas.

“La década que viene hay ya planes previstos para volver a la Luna. El año que viene o dentro de dos años se lanza la primera nave, sin tripulación todavía; y en el 2024-2025 se espera la próxima nave tripulada americano-europea, conjunta, para ir a la Luna. A partir de ahí se va a construir una estación lunar y se van a hacer un montón de cosas. Como paso previo, hasta que se acabe eso no se irá a Marte. Como pronto, dos mil treinta y muchos o 2040”, ha afirmado Mas Hesse.

Por su parte, Rory Barnes, de la Universidad de Washington (USA), ha añadido que “hay planes para pensar cómo es posible regresar a la Luna y después a Marte” pero “hay que esperar a ver qué pasa con la administración de los Estados Unidos”. “La Luna es primero, practicar y después ir a Marte”, ha apuntado.

En este sentido, Mas Hesse ha considerado que “es posible” que hayan evolucionado seres unicelulares en Marte, pero “no esperan encontrar más”. “Marte y la Tierra compartieron unas condiciones muy parecidas en los primeros mil millones de años de evolución hasta hace 3.500 millones de años más o menos. Lo más probable es que surgiera la vida más o menos a la vez, pero hace 3.500 millones de años en Marte, al ser más pequeño, su núcleo se enfría, deja de ser fluido, pasa a ser sólido, pierde el campo magnético y la radiación social, el viento solar, barre la atmósfera y lo convierte en un planeta estéril y seco como lo conocemos hoy en día”, ha señalado.

“Si hubo vida en Marte, esa vida pudo haber permanecido y evolucionado en el subsuelo, en grutas, en cavernas, bajo el hielo, en lagos de agua líquida que sabemos que existen en el subsuelo… Ahí puede haber evolucionado la vida, pero el punto de corte es hace 3.500 millones de años, en aquel momento en la Tierra había seres unicelulares muy simples. Los seres pluricelulares complejos tardaron 3.000 millones de años de evolución en la Tierra para formarse y la evolución en Marte se cortó hace 3.500 millones de años”, ha asegurado.

Así se han referido, en rueda de prensa, José Miguel Mas Hesse y Rory Barnes, codirectores del encuentro XVII International School Of Astrobiology «Josep Comas I Solà», que organiza la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) del 22 al 26 de julio en Santander.

José Miguel Mas ha explicado que el objetivo del curso es “estudiar cómo se forman estas moléculas, cuál es la complejidad química en el medio interestelar y cómo estas moléculas pueden acabar induciendo la formación de proteínas, de aminoácidos, lo que son los ladrillos con los cuales se formó la vida en la Tierra con el objetivo, sobre todo, de pensar o tratar de dilucidar si estos mismos procesos pudieron tener lugar en otros planetas, en otros lugares del universo en los que también pudieron haberse formado la vida”.

“Lo estudiamos, sobre todo, desde tierra con radiotelescopios que somos capaces de identificar moléculas en el medio interestelar e in situ, yendo con nuestras naves a los cometas o cogiendo muestras de asteroides o meteoritos que caen a la superficie de la Tierra”, ha trasladado el codirector del curso que ha matizado que en las muestras que analizan encuentran “casi de todo”.

El seminario From astrochemistry to the origin of life tratará, a lo largo de la semana, aspectos fundamentales relacionados con la astroquímica, la química prebiótica y el origen de la vida. Además, los alumnos prepararán y presentarán trabajos en grupo y realizarán una excursión a Zumaia Flysch mañana martes 23 de julio.

 

Foto: Esteban Cobo (UIMP)