España acabará el año siendo “el segundo país de Europa en número de solicitudes de asilo” aunque “no somos un país de refugio”, según CEAR

Santander, 8 de agosto de 2019-. La coordinadora estatal del Servicio Jurídico de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Paloma Favieres, ha participado hoy en el curso que desarrolla esta semana la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) titulado Gestión de fronteras y derechos humanos: protección de los grupos vulnerables (del 5 al 9 de agosto).

Paloma Favieres ha indicado que de las solicitudes de asilo que hubo el año pasado en España se resolvieron 11.800. “El 76% fue desfavorable, el 24% fue favorable, pero de ese 24% solo 575 consiguieron el estatuto de refugiado, es decir, el resto son protecciones subsidiarias. Conclusión: no somos un país de refugio”, ha asegurado la coordinadora quien también ha puntualizado que “en materia de protección internacional donde ha habido más avances es en el colectivo LGBTI y violencia de género”. “Estamos incluso peor que Italia. No existe un verdadero sistema común de asilo”, ha sentenciado.

En su ponencia Tratamiento del refugiado, Paloma Favieres ha explicado que “hoy por hoy el sistema de asilo de España está básicamente orientado a la protección subsidiaria”. “Se refiere a que no cumples ninguno de los cinco motivos que aparecen en la Convención, pero corres el riesgo a sufrir daños graves por una condena a muerte, trato inhumano degradante o amenazas graves en contextos de conflictos armados”.

La ponente ha señalado que “hay una serie de cláusulas de exclusión de la protección internacional previstas en la ley: peligro para la seguridad de España, condena firme por delito grave y delitos contra la paz y la humanidad”. En este sentido, ha apuntado que “en la práctica hay pocas cláusulas de exclusión por parte de las autoridades, pero la gente que no es expulsada realmente se queda en un limbo jurídico porque no consiguen regular su situación”.

La coordinadora ha afirmado que “en España ha habido un incremento en solicitudes de asilo”. A su juicio, “era un sistema muy garantista, estamos hablando de 3.000-5.000 solicitudes al año”, ha defendido.

“El incremento de solicitudes de asilo, que empieza a hacerse efectivo a partir de 2016 y, a día de hoy, debemos de llevar más de 60.000 solicitudes de asilo y las previsiones son que acabemos el año con 120.000. De momento somos el tercer país de Europa, pero las previsiones son que podamos acabar siendo el segundo país de Europa en número de solicitudes de asilo”, ha asegurado Paloma Favieres.

De este modo, desde CEAR consideran que “el sistema no estaba preparado para asumir” solicitudes y han propuesto “redimensionar el sistema” para “notificar” las solicitudes y “buscar otras alternativas”. “El volumen de solicitudes de asilo, que en este momento se encuentran pendientes de instruir, supera las 122.000. El sistema de la oficina de asilo está colapsado. Los plazos de instrucción que la ley marca para tres y seis meses no se están cumpliendo y eso causa problemas en el sistema de acogida”, ha criticado.

En este sentido, Favieres ha apuntado que existen dos procedimientos de petición de asilo: en frontera – un procedimiento acelerado que España lo tiene - y en territorio. “En España, de momento, no aplica el listado de `país de origen seguro´. Es difícil denegar una solicitud de asilo en frontera. El índice de admisión a trámite en frontera aérea está en el 47%, los de los centros de internamiento son muchísimos más bajos. El problema es el acceso al procedimiento”.

“Hay muchas dificultades de trabajar en frontera porque no hay tiempo” ha matizado; y ha añadido: “La oficina de asilo ahora mismo no tiene capacidad para gestionar en admisiones a trámite en territorio. El sistema no es capaz, en este momento ante ese volumen de solicitudes, de aplicar el procedimiento de urgencia”.

Además, respecto a las `razones humanitarias´, la coordinadora estatal del Servicio Jurídico de CEAR ha trasladado que “con el tema de Venezuela se ha mareado la perdiz”. “Condenaban la violación de derechos humanos, pero se denegaban sistemáticamente todas las solicitudes de asilo. El tema se ha ido politizando”. Precisamente, según Paloma Favieres, Venezuela, Colombia y Siria han sido en 2018 las principales solicitudes de asilo por nacionalidades y “cada vez hay más grupos familiares”. “El país no se elige por razones económicas, tiene que ver con el idioma y la red familiar”, ha trasladado.

 

Foto: Juanma Serrano (UIMP)