Esther Ramón invita en su taller de creación poética a una introspección individual y, a la vez, colectiva

Santander.- El Taller de poesía arranca con una puesta en común de los sueños, el inconsciente y aquellos lugares donde se materializa el verdadero yo. Para ver, cierra los ojos. Mundos imaginarios y creación poética es la propuesta de la poeta Esther Ramón que, tras facilitar las pautas de escritura, invita a sus alumnos a desarrollar y expandir su imaginario más allá de los límites del aula de la Universidad internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

En un ambiente onírico, la también doctora en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad Autónoma de Madrid plantea “una introspección, un viaje individual y a la vez colectivo” que parte de la propuesta del psicólogo y psiquiatra suizo Carl Gustav Jung. “Todos de alguna manera estamos conectados por el conocimiento pretérito que nos antecede y por tener un acceso muy directo a lo creativo y poético”, ha expresado Ramón, y por ello el taller pretende ser un espacio de apertura a “las riquezas interiores de la mente”.


Para la poeta y guía del curso, la función de la individuación (unir o hacer dialogar consciente con inconsciente) se cumple siempre o casi siempre en la labor poética. “La poesía consigue enlazar ambas partes de nuestra mente”, de las cuales la inconsciencia “ha sido muy defenestrada en la cultura occidental”. Según Ramón, la imaginación se vincula “mucho con la locura, lo infantil, con lo que no es lógico ni racional, que por lo tanto no es conocimiento”. Sin embargo, “este taller propone lo contrario” y parte de “la importancia que tiene el inconsciente en la poesía”.


La poeta, que en 2008 recibió el Premio Ojo Crítico de lírica por el poemario Reses, ha realizado con sus alumnos alguna visualización guiada o “trance de meditación” en el que da “una pauta imaginativa que cada miembro del taller tiene que enriquecer para construir las partes que quedan en la sombra”, ha explicado. Además, los alumnos han trabajado la vinculación de la poesía con la fotografía a través de las instantáneas del artista ciego Evgen Bavcar. Su labor ha consistido en “contemplar y vislumbrar algo más allá de las fotos, porque la imaginación suple lo que falta y ahí entra lo poético”.


El yo lírico y el autor

En la cuarta jornada, la experta ha analizado, a partir del libro La voz de Mallick de Pedro Casariego Córdoba, la relación entre el “yo lírico y el autor”, un tema confuso en la poesía. El desdoblamiento del yo poético es un recurso de la poesía contemporánea que abre un abanico de posibilidades porque “en el deslizamiento a través del yo que se elude se multiplican las voces. Un escondite que nos permite entrar en máscaras o proyecciones”. ¿Por ejemplo? Los arquetipos internos o representaciones inconscientes que Jung denominó animus, la parte masculina de la psique de la mujer, y ánima, las cualidades femeninas de la psique del hombre.


La poeta, que en la actualidad coordina el taller Para ver, cierra los ojos, de la Fundación Centro de Poesía José Hierro, ha profundizado en los poemas de Casariego para observar como este desplaza su ‘yo autor’, situándose en un lugar ajeno, desde fuera, a modo de “subterfugio”, aunque en realidad “no deja de hablar de sí mismo, pese a sus intentos de hacer arte sin dejar huella en él”, ha señalado.

 

Fotografía: Esteban Cobo