Etxenique: “La ciencia es estéticamente hermosa, no solo económicamente decisiva o culturalmente importante”

Santander.- “No son las imágenes, no son las ecuaciones matemáticas, es una belleza íntima autosuficiente”, esta es la atribución de Pedro Miguel Etxenique, catedrático de Física de la Materia Condensada, Universidad del País Vasco (UPV), cuando dice que la ciencia es bella. Tras la inauguración del encuentro Poder económico y poder científico de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, el físico ha hablado sobre la utilidad del conocimiento como cultura, economía e instrumento para “disfrutar del encanto de la naturaleza”.

Mediante su ponencia La utilidad del saber, Etxenique ha transmitido a los asistentes su percepción de que “la ciencia es estéticamente hermosa, no solo económicamente decisiva o culturalmente importante”. Y que, a su juicio, esa belleza obedece a cinco características: cuan amplias y de largo alcance son las implicaciones; cuán sutiles e inesperadas son las conexiones; cuán profundamente penetran en el secreto de la naturaleza; máxima sencillez, y obra colectiva.

Para el catedrático, la ciencia es, por encima de todo, creatividad y, en segundo lugar, comunicación, además de estar definida por una característica: el empirismo. “El experimento es el único test de la verdad científica” y por eso “el lema de la Royal Society es una locución latina nullius in verba: (no creas) en la palabra de nadie”. Es decir, un experimento puede romper un argumento de autoridad como le pasó a Aristóteles que mantenía la visión de que elementos más pesados caían a mayor velocidad.

Este solo es un ejemplo de la aportación de la ciencia a la cultura, más allá del carácter utilitario y económico de la misma, y es que “el triunfo instrumental de la ciencia oscurece a veces el triunfo cultural” aunque es “importante ser conscientes de lo útil que es el conocer”, ha señalado. Para Etxenique, la ciencia moderna, no es “un conjunto congelado de dogma, es una aventura intelectual humana que en los últimos años ha cambiado la concepción del mundo y de nosotros mismos. La obra cultural más importante de la humanidad con un carácter colectivo”.

Por ejemplo, Polvo eres y en polvo te convertirás no podría ser una frase con más fundamento científico y es que “literalmente, somos polvo de estrellas y estamos sumergidos en un proceso cíclico e inexorable que nos va a llevar a ser polvo de estrellas”.

Tras enumerar ejemplos de avances científicos y tecnológicos determinantes del siglo pasado, ha elegido tres palabras para resumir la ciencia del siglo XX: átomo, gen y bit (computador). En concreto, ha elegido la estructura atómica como uno de los experimentos más importantes de todos los tiempos. “Un experimento clave de Ernest Rutherford, espléndidamente hecho e interpretado, que abre el camino para entender al átomo y, por lo tanto, a gran parte de la ciencia del siglo XX”.

Durante su ponencia ha considerado esencial para su progreso que la ciencia se entienda a largo plazo y el esfuerzo colectivo, por ello “la continuidad es esencial en un modelo de buena política”. Por el contrario “un punto nefasto para la ciencia es la burocracia porque rompe la creatividad. La historia de la ciencia nos enseña que la curiosidad es más rentable que programas dirigidos”, he recalcado.

En este sentido, y a modo de conclusión, el también director del encuentro ha incidido en que el conocimiento es “la materia esencial del desarrollo económico del futuro” y, para ello, se requiere “tiempo para pensar, leer y equivocarse”. A su juicio, más rentable que fijar objetivos a la ciencia es “crear un caldo de cultivo o una atmósfera donde la creatividad pueda florecer” y es que “la riqueza de las naciones va a depender de la riqueza de las nociones”. Algo que se opone a “la concepción notarial del saber” del sistema educativo español.

Inauguración del encuentro

En el acto inaugural del encuentro, han estado presentes el rector de la UIMP, Emilio Lora-Tamayo, el codirector del encuentro y catedrático de Magnetismo de la Universidad Complutense de Madrid, Antonio Hernando, la directora del Instituto de Magnetismo Aplicado, Pilar Marín, y el exrector de la Universidad de Cantabria, José Carlos Gómez-Sal.

Según ha comentado Hernando, la idea del encuentro es fomentar el diálogo entre “dos mundos que no tienen comunicación fluida”, así como ahondar en “por qué la ciencia no es considerada una parte de la cultura”. Respecto a este hecho, ha señalado que una de las causas de la incomunicación es la dificultad del lenguaje científico y, para subsanarlo, propone que “en lugar de enseñar la partitura” los científicos deben “ejecutarla”.

 

Fotografías: Esteban Cobo | UIMP 2018