Santander, 11 de julio de 2023.- Por primera vez en su ya dilatada historia, la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), acoge la enseñanza del portugués dentro del marco de los Cursos de Verano de Santander. La semana pasada se celebró, en el Campus de Las Llamas, el encuentro ‘Iniciación a la lengua portuguesa: un recorrido por su patrimonio literario, cultural y turístico’.
El curso, dirigido por Filipa Soares, al frente del Centro de Lengua Portuguesa del Instituto Camões de Madrid y celebrado la semana pasada ha contado con la presencia de personalidades tan relevantes para la literatura portuguesa como la escritora Lidia Jorge, que también ha sido una de las protagonistas del ciclo ‘Martes Literarios’.
Entre poemas y copas de vino portugués —la visitamos en una de las actividades paralelas que ofrece el curso a los alumnos—, hablamos con Soares sobre curiosidades del portugués o de la propia proyección del idioma en el mundo.
¿Por qué ofrecer portugués por primera vez en los 90 años de historia de la institución?
Ha sido una apuesta muy clara de la vicerrectora Margarita Alfaro, que desde un principio ha tenido una visión estratégica en relación a la enseñanza de lenguas extranjeras y de ofertar por primera vez una lengua de comunicación internacional.
Se trata de una lengua que es la quinta lengua más hablada en el mundo y que, si lo pensamos bien, considerando que en la UIMP una de las enseñanzas fuertes es la del español como lengua extranjera, y la hermanamos al portugués, tenemos dos lenguas de proyección internacional. Cuando me ofrecieron dirigir el curso de fue una aventura, una sana y alegre aventura, que creo que ha llegado a buen puerto.
¿Cuáles eran las expectativas iniciales? ¿Se están cumpliendo?
Dudamos al principio porque no sabíamos si iba a haber interés. Pero teníamos una apuesta muy clara y cuando hablamos para dibujar el programa siempre tuvimos muy claro que había que conjugar el binomio lengua y cultura. Considerábamos que eso iba a ser un elemento de interés para el alumnado.
Al final tenemos un grupo cohesionado, pequeño, de diez alumnos, pero lo que más me llamó la atención es que vienen de distintos puntos de España. O sea, solo tenemos un alumno cántabro; otro vino de Andalucía, de Sevilla, de Córdoba, de Jaén, de Asturias, un alumno que es español pero que está en Praga y un francés. Vinieron precisamente a Santander porque se les ofertaba esta posibilidad de un primer contacto con la lengua portuguesa, con lo cual, las expectativas han sido superadas, y para mí, como profesora en el curso, es extremadamente gratificante.
¿Cuál considera que es el punto más fuerte del curso?
El curso es una conjugación de varios factores. Conjugamos la enseñanza de la lengua con la cultura y traemos figuras relevantes de la cultura portuguesa, como Lidia Jorge, que estuvo con los alumnos en clase, hablando sobre su labor, sobre sus inquietudes y sus desasosiegos como escritora. Yo creo que ha sido un punto elevadísimo en este curso. Pero también, por ejemplo, tenemos un taller que se llama ‘Copas de poesía’, que es una colaboración de la UIMP, Instituto Camõis y Turismo de Portugal. El encuentro con la escritora ha sido muy, muy especial. Nunca se me olvidará la mirada de los alumnos cuando tenían a la distancia que estamos nosotras, a una escritora que es de referencia para la literatura portuguesa y creo que puedo decir “universal”. Verla en carne y hueso, cercana, a un metro de distancia, ha sido muy gratificante.
Desde su perspectiva, ¿cómo es el estado del portugués en España?
Creo que esa perspectiva felizmente está cambiando. Yo coordino todo el programa de portugués para España y Andorra y hubo desde 2010 hasta hoy, cuando el Instituto Camõis asumió la coordinación de la enseñanza del portugués para el extranjero, un crecimiento exponencial de la lengua. En septiembre de 2010, estudiaban en España aproximadamente 6.000 alumnos. Hoy, en 2023, tenemos casi 57.000 alumnos estudiando portugués, en todos los niveles educativos, esto es: desde infantil hasta la universidad.
¿Qué otros motivos existen para que los españoles tengan un nivel menor de conocimiento y comprensión de la lengua portuguesa?
¿Cuál es o cuál puede ser el problema? Dar a conocer, hacer más marketing, más publicidad. Nosotros tenemos intercomprensión entre las dos lenguas. Son lenguas cercanas, con sus diferencias. El portugués puede ser una lengua muy agradecida o un calvario. No tiene término medio. Pero es una lengua que, si uno le dedica un tiempo mínimo, consigue un nivel de destreza lingüística muy rápido.
¿Considera especialmente interesante el aprendizaje del portugués como segunda lengua?
Tenemos que pensar en el aprendizaje del portugués como una herramienta a utilizar en un mundo global. El portugués tiene ese valor global. Estamos hablando no solo de los diez millones de habitantes del país vecino, si no de 260 millones de hablantes nativos en todo el mundo. Es una lengua de comunicación internacional, presente en los organismos internacionales. Hay una cosa que me gusta siempre subrayar. No es una lucha de lenguas, unas contra las otras: es añadir más lenguas.
¿Cree que es importante estudiar lenguas en tiempos de polarización?
Sin darnos cuenta, trabajamos otros valores que son esenciales y en tiempos conturbados, en tiempos de polarización, es muy importante conocer al otro. Y cuando tú conoces su lengua y su cultura, tu mente se abre. Y valores como el respeto al otro, la tolerancia o la comprensión se asientan y empiezas a ver al otro, no como un extraño, sino como alguien cercano a ti.
Todo eso te ayuda a crecer como individuo, que creo que es extremadamente importante. Para mí es muy importante la cultura implícita que la lengua conlleva y todo lo que eso trae detrás. Pero si hablamos de cuestiones más prácticas, es esa oportunidad laboral que se les abre.