Santander. – Iain Begg, profesor investigador del Instituto Europeo de la London School of Economic and Political Science, ha participado en el seminario de la UIMP Quo Vadis Europa IV? Europa entre la integración y la desintegración que dirige Josep Borrell con una ponencia sobre el Brexit en la que ha definido la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), decidida en referéndum el pasado mes de junio, como "un auténtico terremoto que tendrá replicas".
En primer lugar, Begg ha hecho referencia a la "gran incertidumbre" entre la población sobre lo que ocurrirá los próximos "dos o tres años", y ha destacado que "no existía una postura clara sobre lo que significaba este referéndum y por eso no sabíamos lo que iba a ocurrir". Por ello, ha señalado que, por el Artículo 50 del Tratado de Lisboa de diciembre de 2009 donde se refleja por primera vez la posibilidad de que un estado miembro se retire voluntariamente de la UE, el proceso de salida "no se ha iniciado porque el gobierno de Gran Bretaña no ha pulsado el botón".
Además, ha destacado diferentes argumentos económicos que ratifican los perjuicios del Brexit, como "una bajada del Producto Interior Bruto (PIB)" por la que las finanzas "sufrirán un profundo deterioro", ha incidido. "Habrá ramificaciones y la recesión tendrá consecuencias en otros países", ya que "no son solo cosas locales", ha subrayado.
Brecha generacional
El profesor también ha hecho hincapié en los datos de los sondeos electorales donde se mostraba una "gran disparidad" de opiniones: "Los jóvenes se mostraron a favor de seguir perteneciendo a la UE (un 73% de entre 18 y 24 años), mientras que los mayores de 65 años (65%) se querían ir". También ha destacado que "los escoceses y los londinenses queríamos quedarnos". La formación fue parte importante en la toma de decisiones respecto a este tema, ya que "los ciudadanos más formados estuvieron de acuerdo en quedarse, y los menos formados querían irse de la UE". Por ello, ha recalcado que "la gran mayoría de la gente que ha votado en contra no sabía lo que votaba", cuando, además, no existía una clara definición de Brexit: "Nos vamos pero ¿a dónde?".
A renglón seguido, Begg ha considerado positiva la labor de la nueva primera ministra del Reino Unido, Theresa May, al describir su actuación como "rápida". "Cameron pensaba que se quedaría hasta septiembre y de un día para otro teníamos nueva primera ministra". Aunque "hasta que no se pulse el botón del Artículo 50 estamos en el limbo". Begg ha hecho suyas las palabras del economista francés Charles Wyplosz y ha afirmado que esta situación "no se debe considerar solo una cuestión británica, sino una cuestión que atañe a la UE".
Así, ha concluido su intervención parafraseando a Vladimir IIyich Lenin: "Hay décadas en las que no ocurre nada y semanas en las que ocurren décadas".
Tras su ponencia, Iain Begg ha atendido a los medios de comunicación en rueda de prensa y ha asegurado que tanto el Reino Unido como la UE serán "perdedores por el Brexit", lo cual significa que la salida será "negativa" para ambas partes y que su relación se podrá definir como de "perdedor-perdedor". El investigador también ha considerado que si el Reino Unido deja de ser miembro del mercado único europeo no podrá a la vez disfrutar de la libre circulación de personas, lo que supondrá otro perjuicio.
En relación con el artículo 50, Begg afirma que hay un "pulso" para ver cuándo y cómo se ejecuta la salida, al tiempo que ha vaticinado que "desarrollar en el Reino Unido toda la normativa que venía dadas por la UE es un gran desafío burocrático que puede llevar muchísimo tiempo". También ha hecho referencia a las dudas existentes en Escocia y la reactivación de las voces independentistas después de que allí "la mayoría de la población votó a favor de la permanencia en la UE".
Begg también ha comentado que May ha defendido que no habrá un segundo referéndum, por lo que esto es "un claro argumento a favor de la salida efectiva de Reino Unido", aunque ha añadido que "no hay un estatus legal, simplemente político, porque no hay una Constitución escrita". Por último, ha hecho referencia a las incertidumbres a las que también se enfrentan "los británicos que viven en España y en otros países de la UE en lo que se refiere, por ejemplo, a su cobertura sanitaria.
Fotografía: Esteban Cobo