Santander, 3 de agosto de 2022.- ”La energía nuclear ha sido en muchas ocasiones denostada”, comenta Ignacio Araluce, presidente del Foro Nuclear, que junto a Héctor Dominguis, presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), ha estado presente en el curso Perspectivas de la energía nuclear en España que se ha celebrado estos días en el Palacio de la Magdalena, dentro de la programación de los Cursos de Verano 2022 de Santander de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
A raíz de esta primera afirmación, Araluce ha explicado que el sector nuclear “ha luchado” durante muchos años y, tras acontecimientos como la pandemia o la invasión ucraniana, la sociedad se ha empezado a dar cuenta de que “el mundo se mueve con energía”: ”Cuando la energía se tambalea, se tambalea el mundo”.
La energía nuclear siempre ha sido “muy controvertida”, ha afirmado el presidente del Foro Nuclear, al tiempo que ha señalado que, a pesar de ello, por primera vez, “se está viendo la parte positiva”. En este sentido, ha puesto en valor los beneficios de este tipo de energía: “es muy estable, produce siempre, es fiable y muy competitiva”.
Dentro del contexto geoestratégico actual, ha destacado las ventajas de la nuclear con respecto a las energías renovables: “El combustible nuclear procede de muchas regiones del mundo con una capacidad muy grande y en zonas geopolíticas bastante estables, por lo que tiene la ventaja de que su impacto en el precio de la electricidad no es muy grande en comparación con los combustibles fósiles”. A su parecer, la energía nuclear “tiene una viabilidad de futuro muy grande”.
El presidente del Foro ha celebrado la iniciativa que ya están tomando algunos países de “revertir” el cierre de las centrales nucleares y apostar por abrirlas o desarrollar pequeños reactores modulares, artificios que “son el futuro” de este tipo de energía en su opinión. “El futuro de la energía nuclear es muy halagüeño”, ha añadido.
Política y energía
Sobre el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), ambos presidentes se han mostrado a favor de una “revisión” de las medidas que lo integran y que prevén el cierre de las centrales nucleares españolas entre 2027 y 2035.
“El tema de la energía no debe ser un tema político, debe ser un tema técnico”, ha advertido Araluce: “Si técnicamente se considera que una u otra energía es viable, que se opte por ella”. Una idea que comparte el presidente de la SNE, que ha recalcado que “la energía no tiene color político” pero que, desafortunadamente, se ha utilizado como argumento para defender ideologías diferentes. Hecho que ha calificado como un “grave error” que “nos va a llevar a tener un sistema eléctrico inadecuado, que no se adapta a las necesidades del país y que es ineficiente”.
En esta línea continúa el representante del SNE, que ha agregado que “si analizamos la situación en España, con los acontecimientos de este último año, nos damos cuenta de que fallamos y suspendemos estrepitosamente en competitividad industrial, en sostenibilidad medioambiental y algo menos en garantía de suministro”.
Por ello, ha abogado por un plan más adaptado al nuevo contexto ya que la revisión de la estrategia energética española es, a su juicio, “imprescindible”: “Reclamamos que se genere un marco regulatorio que permita la continuidad de las centrales nucleares, que deben jugar un papel estratégico en el sistema eléctrico español para que podamos tener un sistema eléctrico adaptado a las necesidades, con cierto grado de independencia y competitivo para la industria”.
Mix energético
En este punto, el representante del Foro Nuclear se ha referido al debate actual entre la energía nuclear y las energías renovables, sobre lo que ha manifestado que no hay ninguna “contraposición” entre ambas. De acuerdo con esta idea, ha propuesto como solución un “mix energético“ en el que “cada uno aporte lo que puede” a pesar de que la energía nuclear “da estabilidad continuidad, seguridad y todos los días está trabajando” y las renovables “son más intermitentes porque dependen de condicionamientos externos”.