Santander, 17 de agosto de 2022.- Desde que el pasado 6 de enero Inés Martín Rodrigo (Madrid, 1983) tuvo la “inmensa suerte” de ganar el Premio Nadal no ha dejado de “cumplir un sueño tras otro”, explica en una entrevista concedida a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en el Comedor de Gala del Palacio de la Magdalena.
La periodista cultural del diario ABC y escritora confiesa que ser esta semana la protagonista de los ‘Martes Literarios’ que organiza la UIMP “es un nuevo sueño cumplido”, aunque todavía le cueste “un poco verbalizarlo”. Y es que, haciendo un guiño a su profesión, asegura cuidar mucho cada una de las palabras que emplea.
“Es una sensación casi de ensoñación”, añade para explicar que desde que hace quince años pasa los meses estivales en Santander, verano tras verano, acude al Paraninfo para escuchar a sus escritoras y escritores de referencia. “Ahora soy yo la que está al otro lado”, matiza.
Martín es, junto a la poeta Ana Rossetti, la gran apuesta de las actividades culturales previstas en la novena semana de los cursos de verano de la UIMP, institución que este año celebra su noventa aniversario y a la que califica como “referente en este país no solo a nivel nacional, sino también internacional”.
En su opinión, que tanto Rossetti como ella acudan a la sede de verano de la entidad académica implica que “vayamos siguiendo la senda de la igualdad”, aunque insiste en que tenemos que seguir haciendo “un esfuerzo por equilibrar esa balanza entre escritores y escritoras”. “Para mí, es un deber reivindicar a todas esas mujeres creadoras que nos han traído hasta aquí, y lo hago a diario a través de mi trabajo como periodista literaria o a través de mis novelas”, subraya.
Precisamente, sobre la convergencia entre su faceta periodística y literaria, destaca que la Inés periodista “no tiene nada que ver” con la Inés escritora; que son dos personalidades muy distintas y dos autoras bien diferentes “aunque firmen de la misma manera”, que se enriquecen mutuamente y conviven de una manera “muy natural y muy orgánica”. En definitiva, que no se contaminan.
Martín Rodrigo señala tener “muy claro” dónde está la frontera entre la ficción y la realidad, así como las herramientas que usar en cada caso. Mientras que la escritura le permite crear mundos imaginarios que puedan ocupar los lectores, a través del periodismo explica que debe “describir la realidad para hacerla más habitable”.
Literatura y salud mental
En este sentido, y al hilo de los temas tratados en la obra que le valió el Premio Nadal, Las formas del querer (Ediciones Destino, 2022) ━la salud mental, el suicidio o la anorexia━, sostiene que tanto periodistas como escritores, como cualquier persona que tenga acceso a una tribuna pública, debe de tratar estos asuntos desde el respeto y empatía, cualidades básicas a su juicio para afrontar cuestiones “que son fundamentales para nosotros como sociedad”.
“Cuando te dedicas precisamente a describir la realidad debes hacerlo utilizando las palabras adecuadas”. A este respecto, Martín hace un llamamiento para que abandonemos los eufemismos y llamemos a las cosas por su nombre. Porque, como ya ha dicho en más de una ocasión, “lo que no se nombra no existe”.
Para la periodista, “la literatura es un instrumento muy útil” para contar las historias que hay detrás de cada caso de suicidio o diagnósticos de ansiedad, depresión, bulimia, etcéra, y que los lectores no conocerían de otra forma. La escritora, que ha reconocido haber pasado por la anorexia en su adolescencia, pone de manifiesto que “las personas que padecemos este tipo de trastornos mentales necesitamos sentirnos comprendidas por la sociedad, y la escritura es una herramienta muy importante en ese sentido”.
Las formas del querer
Aludiendo al título de su última obra, Martín dice que cada forma de querer es “muy distinta”. “Cada uno se deja querer de una manera diferente, y hay tantas formas de querer casi como personas”, agrega. No obstante, la escritora recuerda que la comprensión y la empatía son ingredientes indispensables en cualquier relación, “sea del tipo que sea”, al tiempo que considera que es imposible querer bien a una persona si no te quieres bien a ti mismo primero: “Empezar por ahí y después seguir dando pasos”.
Sobre las redes sociales, Inés Martín asegura que la relación “muy sana” que mantiene con estas herramientas le ha permitido llegar a cantidad de lectores, por ejemplo, de Latinoamérica, con los que de otro modo no hubiera podido conectar. Con respecto al papel que estas plataformas juegan en el oficio, sostiene que a pesar de la “dictadura de la inmediatez” que aboga por lo instantáneo en los tiempos actuales, un buen ejercicio del periodismo requiere “pausa, tranquilidad y reflexión”. “No es necesario vivir en un minuto a minuto sobre todo cuando te dedicas al periodismo cultural o literario, así que depende de cómo y para qué las uses”.
La escritora dice que aunque siempre huye de la polémica en estos espacios, cree que cómo te comportas en redes sociales “es un reflejo muy evidente de quién eres tú”. “Y yo soy lo que se ve”, concluye.
