Santander, 1 de agosto de 2022.- “Cada vez se necesitan más personas que sepan realmente hacer las cosas bien, y ahí está la FP”, dice Jorge Arévalo Turrillas, viceconsejero de Formación Profesional del País Vasco, que junto a Ricardo Lombera, director general de Formación Profesional y Educación Permanente del Gobierno de Cantabria y codirector del curso Presente y futuro inmediato de la formación profesional: retos, internacionalización y FP en la empresa, ha participado en esta cita académica promovida por el Gobierno de Cantabria y que forma parte de los cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Coincidiendo además con el 90 aniversario de la institución, Arévalo habla en una entrevista de “la lucha de la Formación Profesional” durante todos estos años “porque siempre se veía a la FP casi como una segunda división”, algo que califica como “un error”.
Una idea que parece haber evolucionado y que celebra el viceconsejero, que se alegra de que este tipo de formación ya esté “entrenando y trabajando” para preparar a las personas “para lo que va a venir”. En este sentido, destaca la capacidad de anticipación que tiene la FP, que hace que esté por delante de otras formaciones: “Lo que conseguimos es que nuestras empresas y sectores sean más competitivos en el mejor sentido de esa expresión, pero sobre todo que las personas que cursan FP tengan muchas más posibilidades de empleo porque están preparadas para lo de ahora y para lo del futuro”.
Universidad y Formación Profesional
Sobre la diferencia entre estudiar una FP o un grado universitario, el vicesecretario afirma que “son dos conceptos diferentes” y señala que la FP tiene que “dar respuestas inmediatas al tejido productivo”, de tal manera que forman a sus alumnos con dos objetivos: “Uno para que pueda trabajar inmediatamente en el sector que quiera; y dos, para que pueda continuar sus estudios y su formación en la universidad”. Por ello, dice que la formación profesional “es una especie de paso intermedio entre el sistema educativo y el sistema productivo”, y añade que tiene que ser “muy práctica y eficiente”.
Siguiendo la misma línea, el codirector del curso, Ricardo Lombera, asegura que ambas destrezas “se pueden complementar y, de hecho, se complementan”: “La gente que hace FP se integra en una universidad muy fácil” porque, a su parecer, haber pasado por un grado superior “es un itinerario perfecto para ir a la universidad”.
Sobre si se pueden comparar estos estudios no universitarios con aquellos que sí lo son, Lombera asegura que, desde su punto de vista, “no es comparable”, pero añade que la FP “tecnológicamente tiene que ir por delante” debido a la preparación “que la gente que cursa estos estudios necesita”.
“La FP se valora cada día más”, comenta Lombera al tiempo que afirma que los directores de Recursos Humanos de las empresas acuden a las direcciones generales de todas las comunidades explicando que tienen “un serio problema” con el relevo generacional hay que cubrir: “Tenemos la ilusionante labor de preparar y cualificar a los jóvenes para poder complir con estas empresas que necesitan un personal cualificado de técnicos y especialistas”. “La Formación Profesional es fundamental y de un valor estratégico para el país”, agrega.
Futuro
“Si algo caracteriza lo que está pasando y va caracterizando más al futuro, es la rapidez que tiene el avance sobre todo en el ámbito tecnológico”, explica Jorge Arévalo. Y esta rapidez, a su juicio, supone también cambios en los procesos productivos.
La industria 5.0, según explica el viceconsejero de Formación Profesional del País Vasco, permite que antes de empezar a trabajar en máquinas directamente, se haga de forma previa un trabajo en una realidad virtual. “Cuando se trabaja en aerogeneradores, se trabaja en alturas de más de 50 metros. Esa realidad virtual hace que, aunque estén en un aula apoyados en el suelo, los alumnos sientan el vértigo propio de estar a 54 metros de altura”, explica el viceconsejero vasco. “Es algo increíble que al alumno le gusta mucho, y aprende cosas importantes antes de ir a trabajar y practicar en la realidad”, explica.
Estos nuevos conceptos y aprendizajes son los que “hacen que la FP se sitúe en una posición de vanguardia”, señala Arévalo mientras subraya que “lo que estamos haciendo ahora y lo que vamos a plantear es hacia dónde va ahora la FP, qué supone el desarrollo de la cuarta revolución industrial”. Y es que esta formación, dice, es “muy importante por la tecnología que hay que utilizar, y por los conocimientos que hay que tener en el desarrollo de los trabajos futuros, que van a ser diferentes a los que estamos teniendo ahora”.
Balance
Lombera califica de “extraordinario” el balance de esta edición del curso donde se ha debatido durante una semana, entre otras cosas, sobre orientación profesional, FP dual, el nuevo modelo de FP recogido en la ley, el aprendizaje o la innovación en el emprendimiento 4.0 o la Formación Profesional 5.0.
“La FP ha adquirido la importancia que necesitaba y tenemos la ley que nos va a dar la cobertura para realmente desarrollar esa formación que se necesita, que todos queremos, y que nos va a situar en la vanguardia de Europa”, expone Jorge Arévalo, quien destaca a su vez que este tipo de estudios consigue todo ello sin ir “en detrimento de ningún otro tipo de formación”.
Sobre el curso celebrado durante la semana del 25 al 29 de julio dentro del marco de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), el viceconsejero dice que está “muy bien diseñado” y “enfocado a lo que se necesita”: “Es necesario que nuestro profesorado entienda hacia dónde vamos y el cambio que la administración tiene que ir haciendo. Y van marcando una directriz de cómo hay que hacerlo”.
“Hay que ir paso a paso con los objetivos claros y la estrategia bien marcada”, concluye Arébalo, vicesecretario del País Vasco.
