Santander, 17 de julio de 2023-. Jose Luis Navarro Ribera es presidente de Enresa desde 2018, la empresa pública dedicada a la gestión de residuos radiactivos generados en España. Entre sus funciones, desmantelar las instalaciones nucleares como la central nuclear de José Cabrera —más conocida como Zorita— clausurada en el año 2006.
Navarro es ingeniero industrial por la Escuela Superior de Ingenieros Industriales de Sevilla y diplomado en Alta Dirección de Empresas por el Instituto San Telmo. Jose Luis Navarro nos atiende en el Palacio de la Magdalena de Santander por su participación, un año más, en los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en la capital cántabra con una nueva propuesta: ‘Retos en la gestión de residuos radiactivos y el desmantelamiento de centrales nucleares’, que se celebró la semana pasada.
Reto de Estado
Aunque España no cuenta con tantos reactores nucleares como Estados Unidos o Francia, el responsable de Enresa afirma que “contamos con una posición media dentro de la industria nuclear europea y que España tiene un reto de Estado, disponer de un nuevo plan de residuos radiactivos. El actual plan, el sexto, se aprobó hace muchos años, en 2006, es imprescindible actualizarlo. Invito al nuevo Gobierno que salga de las próximas elecciones a impulsar esta necesaria planificación estratégica”.
España carece en estos momentos de un almacén temporal centralizado (ATC) para residuos de alta actividad, que en España se guardan en siete Almacenes Temporales Individualizados (ATI) en cada central nuclear.
Los residuos de alta actividad son combustible nuclear gastado, cuya radioactividad es alta y generan calor de forma significativa. El ATC permitiría gestionar, en condiciones óptimas, estos residuos durante sesenta años, tras los cuales, se procedería al desmantelamiento de la instalación. “Enresa quiere transmitir a la sociedad la tranquilidad y seguridad de que algo tan delicado como los residuos radiactivos son gestionados adecuadamente”, afirma el responsable de Enresa. “Tenemos que continuar con nuestras actuaciones de dotar a las centrales nucleares que están en operación de capacidad de almacenamiento para su combustible gastado”, añade Navarro.
También los residuos de media y baja actividad, materiales diversos que tienen una actividad moderada y no generan calor, se almacenan de forma segura en bidones que, posteriormente, son introducidos en contenedores de hormigón, construidos en fábricas como la de ‘El Cabril’. Su destino final son celdas de almacenamiento donde quedan definitivamente depositados. El presidente de Enresa califica las instalaciones de ‘El Cabril’ (Córdoba) —de gestión de residuos de media y baja actividad—, como “un referente internacional”.
El presidente de la entidad, apuntando su tradicional participación, destaca la “magnífica oportunidad” de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) para dar transparencia e información sobre la actividad que Enresa desarrolla, así como la imprescindible formación de futuros técnicos en la materia.