José Manuel González-Páramo: “Europa es un éxito enorme y tiene páginas en blanco por escribir”

Santander.- El 25 de marzo de 1957, los representantes de los seis países fundadores de la Comunidad Europea firmaron los Tratados de Roma en unas hojas en blanco por un problema con su impresión. Sesenta años después, Europa “es un éxito enorme” pero también hoy “tiene páginas en blanco por escribir” para seguir completando el proyecto. Así ha ilustrado José Manuel González-Páramo, consejero ejecutivo de BBVA, el momento que atraviesa la UE.


José Manuel González-Páramo ha participado en el encuentro El futuro de la Unión Europea en el 60 aniversario de los Tratados de Roma, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), un curso inaugurado por AlfonsoDastis, ministro español de Asuntos Exteriores y cooperación. En su opinión, tras estas seis décadas, la UE “es un enorme éxito que ha sorprendido a los más entusiastas, en términos de paz, estabilidad económica y la preservación de unos valores democráticos, de una economía libre, abierta y competitiva, y una confianza en el comercio como fuente de progreso”. En su opinión, ahora Europa debe seguir avanzando en una unión económica y monetaria, ya que “por más optimista que uno sea sobre lo que hemos conseguido, es casi tanto como lo que nos queda por hacer”.


El consejero ejecutivo de BBVA ha alabado el papel jugado por el Banco Central Europeo (BCE) en la recuperación europea de la crisis. Sin embargo, considera necesario reforzar el marco institucional y jurídico de la UE para construir una Europa más unida que haga frente a los retos futuros con un esfuerzo común.


Además, ha hecho balance del proyecto europeo, cuya arquitectura ha evolucionado mucho. En primer lugar, ha destacado la entrada en vigor del Tratado de Maastricht en 1993 como la culminación política de un conjunto normativo vinculante para todos los Estados miembros.


Como segundo gran hito, ha señalado la creación en 1999 de la eurozona y la unión monetaria. En tercer lugar, ha recordado que la crisis financiera ha cambiado el diseño de la arquitectura institucional de Europa. En 2012, la crisis de deuda puso de manifiesto la existencia del círculo vicioso entre los bancos y la deuda soberana. Europa reaccionó con una doble respuesta: por un lado, permitir que el BCE asumiera unas nuevas responsabilidades y por otro, crear la unión bancaria.


Y llegamos al día de hoy, cuando Europa tiene por delante el reto de completar el proyecto de la unión económica y monetaria de Europa. Esta es, a juicio de José Manuel González-Páramo, la gran pieza pendiente en el puzzle de la UE.


Ahora que el panorama es más optimista que hace unos meses, “los ciudadanos nos hemos mirado al espejo y nos hemos replanteado qué queremos”, ha dicho el consejero ejecutivo de BBVA. El resultado es que, para avanzar hacia una unión económica y monetaria genuina, Europa debe completar algunos elementos clave.


En primer lugar, sería necesario culminar la unión bancaria con el establecimiento del fondo de garantía de depósitos. También completar la Unión de los Mercados de Capital y avanzar hacia una Unión Fiscal, que ayudaría a liberar al BCE de algunas de las funciones adoptadas durante la crisis como su participación en la troika. Para ello, tiene que haber un salto importante en términos de democracia y legitimidad de las instituciones europeas. Además, se necesita dar un nuevo impulso a la convergencia, el empleo y el crecimiento económico, a través de una mayor coordinación de las políticas económicas, de incentivos a las reformas estructurales y de una mayor responsabilidad por parte de los Estados miembros en el cumplimiento de sus compromisos.


El consejero ejecutivo de BBVA ha advertido, no obstante, que este escenario demandará “grandes negociaciones políticas”. En su opinión, es vital que los países encuentren un equilibrio entre la distribución y la reducción de los riesgos. En esta dirección, José Manuel González-Páramo considera la creación de un activo seguro europeo como posible solución. En todo caso, el modelo que se escoja tendrá que estar supeditado a los avances en la unión bancaria, la unión económico-fiscal y el marco institucional europeo.


También ha hecho referencia al debate que se ha iniciado en el seno de la Unión Europea alrededor de su propio futuro. El pasado mes de mayo, la Comisión Europea publicó el libro blanco sobre el futuro de la zona del euro, con propuestas en dos etapas (hasta 2019 y 2025) sobre cuestiones clave. Entre ellas, se encuentra la posibilidad de una Europa a varias velocidades como solución para continuar en el proceso de integración. A juicio de José Manuel González-Páramo, lo importante es que “todos los estados miembros trabajen juntos dentro de las instituciones de la Unión Europea, a pesar de la existencia de grados diferentes de integración”.

Fotografía: UIMP 2017 | Juan Manuel Serrano