Julieta Serrano inaugura el ciclo ‘Noches de teatro’ de la UIMP con ‘Antes del desayuno’ de O’Neill

Santander.- Corría el año 1981, cuando Julieta Serrano interpretó, junto con Irene Gutiérrez Caba y Amparo Rivelles, el monologo Antes del desayuno de Eugene O’ Neill, un proyecto dirigido por José Carlos Plaza, que le dejó tan buen recuerdo, que ahora ha vuelto a recurrir a él: “O’ Neill me gusta mucho, lo he hecho tres veces, una siendo muy jovencita, que fue cuando conecté con él y me entusiasmé con sus textos”, ha asegurado. Por eso, más de treinta años después, la actriz barcelonesa ha escogido esa misma lectura para su participación en el ciclo Noches de teatro de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

Aunque también se planteó hacer una pieza de Tennessee Williams, autor con el que se subió por primera vez a un escenario en Madrid, finalmente se decantó por O’ Neill para esta lectura dramatizada a la que se enfrenta con ganas, aunque le parezca “más complicado de lo que pensaba”. Y es que, a pesar de haber hecho otras lecturas, siempre ha estado acompañada. Será un nuevo reto para ella, algo difícil después de su dilatada experiencia en teatro, cine y televisión. A la hora de escoger proyecto, lo tiene claro: “Ya he hecho tantas cosas, que cuando me llaman me da igual que sea para un papel pequeño o grande, lo que me importa es que me guste la obra, el director, el equipo…”.


En la actualidad, acaba de terminar de representar el montaje Ricardo III en el Teatro Nacional de Cataluña, lo que le ha llevado a actuar en catalán después de catorce años. De la experiencia, sobre todo, se queda con “un trabajo de equipo con unidad, armonía y amor” y con el trabajo del director Xavier Albertí: “Creó un gran espectáculo y estoy muy contenta de haberme ido a Barcelona tres meses y medio”, ha afirmado.


En octubre volverá a los escenarios con Dentro de la tierra, escrita por Paco Becerra y dirigida por Daniel Luque. “Una obra especial”, dotada con tintes poéticos y realistas: “A veces tengo la sensación de que, tal y como está escrita, tiene resonancias un poco lorquianas”, ha concluido.

Fotografía: UIMP 2017/ Esteban Cobo