Santander, 3 de agosto de 2022-. “Molaría hacer el ‘Motomami’ de Rosalía pero de época”, ha asegurado uno de los intérpretes de la compañía teatral Yllana en la rueda de prensa celebrada este miércoles en el Palacio de la Magdalena, sede de verano de los Cursos de Verano 2022 de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Por ahora, la compañía se ha desplazado hasta Santander para poner sobre las tablas del teatro Casyc su obra Maestrissimo, representación enmarcada en la programación cultural que prepara la institución académica con motivo de su 90 cumpleaños.
Yllana ha explicado que Maestrissimo es “una evolución natural de Pagagnini”, la continuación a la función que llevaban paseando por los escenarios Con altura –como diría la artista catalana– desde hace quince años, y que supone “un lavado de cara” ya que, en esta ocasión, los artistas se presentan ante el público con vestidos de época y con un maquillaje que se convierte en la excusa perfecta para “pasarlo bien y escuchar buena música”.
Maestrissimo es, además, la historia de un cuarteto de cuerda que viene a poner de manifiesto “una simbólica defensa de la creatividad”, ha apuntado la compañía teatral. Y con la creatividad de por medio, junto a “las ganas de quitar la exclusividad” de la música clásica y acercarla a cualquier tipo de público que quizá de otra manera no pensaría asistir a estos conciertos, cuatro personajes se adentran en distintos conflictos con el humor y la música como guión.
“Las sonrisas, después de épocas complicadas, siempre son buenas”
“Las ganas de reír están siempre; antes y después. Cuando estábamos con las mascarillas fue un momento complicado, nos preguntamos: ¿la sonrisa, dónde está? No lo sabíamos hasta el final, hasta que el público se ponía de pie y te aplaudía si les había gustado”, han recordado los miembros de Yllana al ser preguntados por la necesidad de reír en medio de tiempos tan convulsos.
Es ahora, al concluir el show, cuando los artistas pueden reencontrarse con la cara de su audiencia, gesto que califican como “una maravilla” y valoran especialmente tras no poder conocer, con la llegada de la pandemia, sus reacciones; si sonríen o, por el contrario, bostezan. “Las sonrisas, y más después de épocas complicadas, siempre son buenas, y nosotros estamos encantados de que la gente lo pase bien y disfrute”, han comentado.
La terapia del teatro
Los artistas han manifestado que “es momento, más que de hacer humor, de recibirlo”, algo que no ha sido una tarea fácil para los intérpretes puesto que comenzaron a ensayar el espectáculo que esta semana ofrecen en Santander en medio de la pandemia: “Teníamos que estar un montón de horas ensayando humor y no tenía sentido practicar cosas gestuales con mascarillas”.
No obstante, los intérpretes no han dudado en valorar que este espectáculo “ha sido “una terapia” que les ha ayudado a desconectar y que, a su parecer, demuestra lo importante que es que el humor, independientemente de las circunstancias, esté presente.
