La UIMP analiza el papel de la Iglesia durante estos 40 años de Transición

Santander.- Ángel Cordovilla, investigador en la Universidad Pontificia Comillas (Madrid) y director de la XVII Escuela de Teología «Karl Rahner - Hans U. Balthasar». Iglesia y religión en España a los 40 años de la Constitución, dentro de los Cursos Avanzados de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), ha marcado como objetivos del curso, recoger la memoria del pasado y ofrecer nuevas formas de colaboración entre la Iglesia y el Estado en la “nueva sociedad española”. “Plantear un horizonte grande y magnánimo como el que se hizo hace cuarenta años, para que la historia sea exitosa como lo ha sido hasta hoy”, ha manifestado el director.

Al director del curso, le admira cómo fue capaz la Iglesia española de vivir esa transición cuando aparentemente parecía que no estaban los mimbres para poder hacerla. “La función de la Iglesia fue, poco a poco, desvincularse del régimen político, permitir que España pasara de un Estado confesional católico a un Estado no confesional o laico”, ha manifestado Cordovilla, quien ha destacado que en ese proceso, no solo intervino la Iglesia.

Uno de los actores principales que sustenta la Iglesia es la sociedad. Según Cordovilla, la institución eclesiástica ha perdido influencia: “Hoy la Iglesia no es un actor social que tenga una influencia en la vida política española como la tuvo en los años después del Concilio Vaticano II, entre el 65 y el 75”.

Aunque el investigador ha incidido en que este contexto “no es un problema, es una nueva situación”, en la que la Iglesia ha de adaptarse a las circunstancias. “Hemos pasado de una sociedad homogénea, casi monolítica, sociológicamente católica, a una sociedad plural donde la presencia de la Iglesia ha de plantearse de manera distinta”, ha advertido este investigador.

Dada esta incipiente situación, donde convergen multitud de culturas y confesiones religiosas, Cordovilla cree que la posición que ha de tomar el Estado en cuanto a la conciliación con otras religiones es de colaboración: “Si hay una comunidad fuerte con una gran significación en España, tienen derecho a ser respetadas, cuidadas y tratadas en ese orden”.

Este profesor, quien ha reafirmado y apoyado la laicidad del país, ha asegurado que la función del Estado es velar por el ciudadano y, según ha sentenciado, “si un ciudadano necesita un apoyo –sacerdotes o templos- para su desarrollo vital y espiritual, debería poder tenerlo”. Asimismo, ha abogado por que sea el Estado quien proporcione tales recursos, sin embargo, ha dudado en cuanto a la forma de desarrollo y su financiación.

Fotografía: Juan Manuel Serrano | UIMP 2018