Santander.- “En la actualidad, la discriminación laboral ha pasado a ser implícita, sutil y encubierta”, ha asegurado la catedrática en Psicología Social por la Universidad de Sevilla Lourdes Munduate, durante su ponencia en el marco de la XVI Escuela de Psicología “José Germain”: Psicología de la vida adulta que organiza la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Para Munduate, “se ha avanzado mucho en conseguir cambios legislativos muy progresistas que protegen a las minorías”. Sin embargo, cree que, en la práctica, “no se ha conseguido eliminar la discriminación laboral, ya que se han detectado fallos en la gestión de la diversidad”.
Y es que para la catedrática, la gestión de los diferentes perfiles personales y profesionales es fundamental: “Pese a la amplia normativa de protección y el rechazo mayoritario de la población, diferentes estudios muestran cómo la mayoría de europeos consideran que aún existen en la sociedad casos de discriminación por razones de sexo, edad, orientación sexual o etnia”.
De entre todas las formas de discriminación todavía existentes en la actualidad, Munduate ha puesto el foco sobre la llamada discriminación moderna: “son formas de exclusión sutiles, implícitas y, a veces, inconscientes, sobre las que es difícil aplicar la ley”.
La psicóloga ha alertado, también, de los cambios profundos a los que se enfrenta el mercado laboral, y por tanto, de las relaciones sociales que se dan en el propio puesto de trabajo: “La globalización, los conflictos internacionales, el envejecimiento poblacional o la aparición de nuevas empresas de mediación de servicios online como Uber confirman la necesidad de apostar por la inclusión”.
Para Munduate, esta inclusión laboral es elemental para poner fin a la discriminación laboral: “Se trata de la creación de oportunidades, interacciones y comunicaciones por parte de la organización para que utilice todo el potencial que le proporciona la diversidad”. Para explicarlo, ha utilizado un símil: “No solo hay que invitar a los colectivos discriminados a la fiesta, hay que sacarlos a bailar”.
Por último, ha lamentado la situación de competitividad en la que se encuentran las relaciones laborales en España: “Somos uno de los países donde se da un mayor nivel de confrontación entre trabajadores y empleadores. A veces, incluso la cordialidad entre sindicatos y patronal esta desprestigiada, lo que nos aleja del diálogo social, clave para lograr la inclusión laboral”, ha concluido.
Fotografía: Esteban Cobo