La UIMP analiza la obra de Camilo José Cela en el centenario de su nacimiento

Santander.– Este año se cumple un siglo del nacimiento del escritor y Premio Nobel Camilo José Cela, y en las aulas de la UIMP se está impartiendo el curso sobre su obra y figura Literatura y periodismo en la posguerra española: Camilo José Cela. En la inauguración han participado el director del curso, Emilio Blanco, catedrático de Literatura Española de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Antonio Bernat, profesor de la Universidad de las Islas Baleares, y Teresa Rodríguez Ramalle, directora de Cursos para Extranjeros de la UIMP.


En su presentación, Blanco ha recordado que Cela participó en los cursos de verano de la UIMP en los años 1967 y 1968. "Fue un autor traducido a todas las lenguas, ganador del premio Príncipe de Asturias, del Cervantes y del Nobel. Una vida de entrega a la literatura y las artes como nunca lo hizo nadie en el siglo xx". Ha añadido que "fueron sesenta años de producción continuada en literatura y en otras facetas como el periodismo, el humor, la pintura o el cine". Su faceta como periodista supuso el caldo del cultivo de donde surgió todo lo demás.
Asimismo, Blanco ha explicado que en los apuntes carpetovetónicos de Cela se encuentran "la esencia de su obra y su capacidad admirable y novedosa para utilizar el castellano con todo su sarcasmo".
Por otra parte, Teresa Rodríguez Ramalle ha dicho que la escritura de Cela refleja cómo "el uso del lenguaje y todo su potencial provenía del conocimiento y de la visión crítica de la realidad social". Rodríguez Ramalle también ha manifestado que los cursos de verano suponen "un período lúdico compartido con trabajo y reflexión".
Por otro lado, en una rueda de prensa celebrada tras la inauguración, Camilo José Cela Conde, hijo del escritor, ha asegurado sobre su padre que "la literatura comienza y termina con él", y que "con el centenario había que volver a recuperar el Cela de siempre". Además, acerca de los Apuntes Carpetovetónicos recopilados bajo el título de El gallego y su cuadrilla, ha recordado cómo el propio don Camilo aclaraba "qué es eso de los apuntes carpetovetónicos", sobre los que decía que "pudieran ser algo así como un agridulce bosquejo, entre caricatura y aguafuerte, narrado, dibujado o pintado, de un tipo o de un trozo de vida peculiares de un determinado mundo: lo que los geógrafos llaman, casi poéticamente, la España árida".
Cela Conde ha asegurado que el legado de su padre consistió "en su obra y sobre todo, en el gusto por leer una obra", y a este respecto ha aconsejado "transmitir a los niños la pasión por la lectura más que la obligación de leer ciertas obras". También ha recordado lo que respondía su cuando le preguntaban qué obra leer: "Cualquier frase, párrafo, página... si no te provoca seguir leyendo, déjalo". En este centenario se intenta conocer más su mundo, su prosa, su abrumadora personalidad.
Sobre la figura de Cela, su hijo ha recordado que tuvo que pasar años muy difíciles en su vida para construir "personajes contradictorios, lleno de matices y pinceladas humanas", complicados de entender sin el Cela de posguerra y enfermo de tuberculosis. "De esta manera construyó su propia historia de perdedor" y pudo escribir La familia de Pascual Duarte. "El Cela académico y el de los premios no lo hubiese escrito, sus grandes personajes son perdedores".
Antonio Bernat, por su parte, ha dicho que "la obra de Cela hay que leerla de manera diacrónica, ya que cambió a lo largo de los años". Asimismo, ha recordado que el escritor pudo desarrollar su proyecto de Papeles de Son Armadams, donde se encontraba su imprenta, y escribirlos también en gallego y catalán porque trasladó su residencia a Mallorca, algo que "no hubiese podido realizar si hubiese vivido en Madrid o Barcelona".
En referencia a la relación de Cela con las artes plásticas, Bernat ha explicado su vínculo con pintores, alfareros y escultores de la isla de Mallorca donde vivía, y ha mencionado que Cela hablaba de "la materialidad de la pintura", a diferencia de la palabra.