La UIMP analiza los avances recientes en el ámbito de la contabilidad de los ecosistemas

Santander.- El profesor de Investigación del Instituto de Políticas y Bienes Públicos (IPP) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y expresidente de la Asociación Hispano Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales, Pablo Campos, el investigador científico del IPP del CSIC y director del IPP-CSIC, Alejandro José Caparrós, la investigadora de la Escuela de Medio Ambiente de la Australian National University (Canberra, Australia), Alison Heather Keith y la coordinadora de estudios y programas de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Rosa María Martín han inaugurado el encuentro Ecosystem accounting: recent experiences and future developments que se está celebrando en la UIMP en colaboración con el CSIC.

Durante la primera jornada, Heather ha analizado la contabilidad de los ecosistemas en Australia. Según ha explicado, el estudio de un sistema biológico “proporciona información relevante para tomar decisiones sobre la gestión de los recursos naturales en cada región”. Para ello, ha explicado la investigadora, “se define la región y el área de estudio, se identifican los ecosistemas activos, se miden sus condiciones, sus niveles de referencia y sus relaciones”. El objetivo, ha añadido, es marcar una dirección en relación a la política de gestión forestal, tanto en el ámbito económico como medioambiental.

Posteriormente, ha intervenido la catedrática del departamento de Medio Ambiente de la Universidad de York (Inglaterra), Julia Touza, quien ha abordado las amenazas globales a los ecosistemas. Según ha indicado, existen una serie de factores externos en el ámbito de la agricultura que afectan a las especies salvajes, entre ellos destacan: “El uso de fertilizantes y pesticidas, el crecimiento de las tierras de cultivo, la modificación de la cobertura del suelo, los cambios en la ganadería y el comercio de productos animales”.

Así, la catedrática ha apostado por la “responsabilidad”, con el propósito de “dejar activos suficientes a las generaciones futuras para que tengan un estado de bienestar como el nuestro”. En este sentido, Touza ha invitado a la reflexión: “¿Podemos mantener o incrementar nuestro bienestar si continuamos comerciando con los entornos naturales y las especies en peligro de extinción para mejorar la tecnología y las infraestructuras?”.

 

Fotografía: Juan Manuel Serrano | UIMP 2018