Liderazgo y resiliencia, base del entrenamiento psicológico de los intervinientes de la protección civil

Santander.– La comandante y jefe del Servicio de Psicología de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Pilar Bardera Mora, ha impartido la conferencia Dimensión psicológica y social en el ámbito de la planificación y gestión de emergencias de protección civil como parte de las actividades del curso Nuevos enfoques para una respuesta integral a los riesgos de protección civil que se celebra estos días en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

La comandante ha centrado la ponencia en el proceso de toma de decisiones en situaciones de emergencia y en cómo se gestiona el duelo (tragedia, muerte y recuperación) dentro del equipo. Ha explicado que "dentro de la psicología en catástrofes, los pilares fundamentales son el apoyo psicológico a la decisión mando y control, a los intervinientes y a los damnificados". Bardera ha definido crisis como "un estado temporal de trastorno y desorganización", y ha añadido que "la toma de decisiones no es solo un proceso racional, sino que esta situación de estrés en ocasiones lleva a tomar decisiones influidas por las emociones". En este contexto ha explicado que "en situaciones de estrés se tiende a tomar decisiones de forma poco sistemática y se priorizan los resultados a corto plazo frente a los riesgos".

Bardera ha destacado que "el riesgo psicológico al que los intervinientes están expuestos por su trabajo es muy alto, por lo que se hace necesario un entrenamiento eficaz y preparación psicológica". En este contexto ha añadido que "uno de los aspectos más importantes del entrenamiento es el liderazgo". Ha explicado que "en un equipo de intervinientes, cuando cae uno, caemos todos" y que "por protocolo, cuando en un cuerpo de intervención se produce alguna baja, lo primero que se hace es cambiar el equipo", porque, según explica, "en ese estado en que las emociones se han apoderado de la razón, se pueden cometer muchos errores y eso nos impide estar al cien por cien". Ha explicado que los compañeros del desaparecido necesitan hacer su duelo y despedirse del compañero.

La comandante ha añadido que "distintas investigaciones muestran que, dentro de los equipos que han ayudado en alguna catástrofe o situación de crisis, un 10 por ciento tendrá secuelas o patologías de tipo traumático en relación al trabajo que realiza" y que, por tanto, "un 90 por ciento sale adelante por sus propios medios debido a que somos resilientes". Para Bardera, "la humanidad es resiliente y eso es lo que ha hecho que hayamos llegado a nuestros días".

En cuanto al entrenamiento psicológico de los intervinientes, Bardena ha señalado que "se divide en cuatro niveles" y que "el primero de todos se centra en la selección del personal, ya que no todo el mundo vale para este trabajo". Ha destacado que "este entrenamiento se basa en las seis virtudes básicas de Martin Seligman: sabiduría y conocimiento, coraje, humanidad, justicia, templanza y transcendencia". A su juicio, otro de los puntos más importantes de la preparación está en el liderazgo resiliente (liderazgo más resilencia), que se centra principalmente en actuar con honestidad, comunicar eficazmente y promover un liderazgo optimista.

Por último, la comandante se ha referido al "apoyo psicosocial" como pilar fundamental para "la atención y comunicación con la población afectada por una emergencia". En su opinión, lo más importante para atender a víctimas de catástrofes es acompañar y nunca mentir cuando se trata de la desaparición de algún allegado. También ha destacado que "no todo el mundo que se ve expuesto a una situación de emergencia necesita un psicólogo", y que por ello es importante hacer un estudio de cada caso y ver quién lo necesita y quién no. En este sentido, ha señalado que "en estos momentos la UME se encuentra trabajando con distintas asociaciones de personas con diversidad funcional, ya que son los más perjudicados en situaciones de emergencia".

 

Fotografía: UIMP | Esteban Cobo