Santander.- “La propiedad intelectual en España no existe, es un derecho imaginario”. Esta afirmación la ha realizado el escritor Lorenzo Silva en el transcurso de su ponencia en el curso Justicia, literatura, cine y periodismo, que se imparte en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Esta actividad académica tiene como objetivo intercambiar los puntos de vista de juristas, escritores, cineastas o periodistas, jugando con la realidad y la ficción.
Durante su intervención, Silva ha puesto como ejemplo de la ausencia de propiedad intelectual en España, la publicación en internet que ha encontrado de su último libro, Recordarán tu nombre, en forma de un podcast por suscripción. Como respuesta a este hecho, el autor ha señalado dos posibles vías: acudir al procedimiento ministerial, “que tarda cuatro años y no consigue nada”, o seguir la vía penal, aportando pruebas al juez. “Al final te resignas”, ha lamentado Silva. En opinión del autor, la “principal connivencia” es Google al que ha señalado como “el canal principal de pirateo”.
El “no espacio” que conforma la red ha sido también tratado desde otros puntos de vista, por ejemplo, Silva ha hablado sobre Facebook y las diferencias en las condiciones en cuanto a sumisión jurisdiccional de la compañía. A este respecto, ha indicado que “si un usuario tiene un problema con esta empresa, la jurisdicción cambia si su cuenta tiene el dominio español o el alemán”, ya que en caso de litigio, el primero se llevaría a cabo en California, y en el segundo caso se celebraría en el país europeo.
Otro aspecto relacionado con la red y la justicia es el fenómeno del terrorismo yihadista. Una cuestión que interesa al autor desde la perspectiva de la figura del juez como una figura expuesta, por las decisiones que este ha de tomar. Silva ha planteado el dilema de excederse “o quedarse corto”. Ha presentado como ejemplo la eventualidad de detener a alguien del que se sabe que “ha visto decapitaciones o vídeos de cómo hacer una bomba”, y que se pasea por la Puerta del Sol o el Bernabéu. Esto conlleva al “castigo por anticipado” pero lo ha confrontando con la pregunta de “¿quién asume el riesgo de no actuar si existe posibilidad de que mate a cien personas?”. Asimismo, ha hecho referencia al amparo de la libertad de expresión en las redes sociales.
En relación a la percepción social de la figura del magistrado, Silva ha destacado “el valor del juez como contrapeso del poder”. Este contrapeso, ha afirmado, “va más allá de la fiscalización de los excesos del poder ejecutivo”, porque “pensar que el poder lo ejercen los gobiernos es ser bastante ingenuo”, ya que en palabras del experto, “está distribuido en otros centros privados que responden a intereses particulares”.
Foto: UIMP 2017 | Juan Manuel Serrano