Santander.- La inspectora de Hacienda y jefa de la Unidad de Coordinación en materia de delitos contra la Hacienda Pública, María Caridad Gómez-Mourelo, ha participado en el curso La interacción entre el blanqueo de capitales y el delito fiscal: una visión práctica y transversal que se está celebrando esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Durante su ponencia, Gómez-Mourelo ha explicado que para entender consumado un delito fiscal deben darse tres elementos: “defraudación a la Hacienda Pública, dolo, y que el importante defraudado sea superior a 120.000 euros”. En este sentido, ha puntualizado que la defraudación, entendida como ocultación, debe implicar “un perjuicio económico y la ausencia de declaración veraz, bien porque no se declara o bien porque se declara de forma no veraz”.
Además, la coordinadora de delitos contra la Hacienda Pública se ha referido a la regularización de los delitos fiscales ya consumados. Para su formalización ha indicado que se deben dar tres requisitos: “que la regularización sea espontánea administrativa y penalmente, es decir, que no te haya llamado Hacienda ni Fiscalía; tiene que ser una declaración completa y veraz, así como llevarse a cabo un ingreso integro de la deuda tributaria”.
Fotografía: Esteban Cobo | UIMP 2018
