Los vascos se muestran divididos sobre cómo abordar el final del terrorismo, según el Euskobarometro

Santander.- En el marco del encuentro De Hipercor a Ermua. El terrorismo de ETA y sus víctimasFlorencio Domínguez, director del Centro Memorial Victimas del Terrorismo, y Francisco José Llera, catedrático de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad del País Vasco, y director del Euskobarometro, han expuesto los resultados del informe La sociedad vasca ante la memoria de las víctimas y el final del terrorismo, realizado por el equipo de investigación del Departamento de Ciencia Política y de la Administración de Universidad del País Vasco en colaboración con el citado Centro.


El informe, que se basa en una muestra de 1200 entrevistas hechas a domicilio en el País Vasco durante el mes de mayo, refleja que a la hora de abordar el final del terrorismo y el sufrimiento causado, los vascos se muestran divididos entre pasar página sobre el pasado (44%) y cultivar la memoria de las víctimas (43%), aspecto que ha aumentado en siete puntos desde la última vez que se planteó esta cuestión, hace dos años. Una cuestión que Llera ha señalado como “la parte amarga y contradictoria de la sociedad”.


La contradicción viene frente a la demanda mayoritaria de los encuestados, para que la memoria y el reconocimiento de las víctimas de la violencia y quienes lucharon contra ella tengan un lugar en la agenda pública. En la sociedad vasca hay consenso en que las víctimas del terrorismo en general (83%), los asesinados por ETA (80%), y los extorsionados, amenazados y exiliados por la violencia de la banda terrorista (70%), tengan un reconocimiento por parte de las instituciones. Y aunque con menor intensidad, también se refleja en los resultados el reconocimiento a víctimas de la extrema derecha o del terrorismo parapolicial (61%), los movimientos cívicos que se movilizaron contra ETA (61%), y los miembros de los cuerpos policiales que lucharon contra ETA (56%). Es destacable en este aspecto, el apoyo mayoritario entre nacionalistas y no nacionalistas, y también de los diferentes electorados (Partido Popular, Partido Socialista de Euskadi, Podemos y EH Bildu), en distinta intensidad.


Medidas de apaciguamiento y educación


Otro de los aspectos relevantes que muestra el informe es la opinión de la sociedad vasca sobre determinadas medidas de apaciguamiento que el Gobierno y el sistema democrático puedan adoptar para facilitar la consolidación del final del terrorismo. Así, el acercamiento de presos de ETA a cárceles vascas o más cercanas al País Vasco, estaría bien visto por un 74% de los encuestados frente a un 14% que no se muestra de acuerdo, todo ello circunscrito a que se vaya comprobando que el desarme y el cese de la violencia van en serio, y que no se produzcan acciones intimidatorias de ningún tipo, aunque ETA no se haya disuelto. Otra de las medidas planteadas, la amnistía para los presos, solo cuenta con el apoyo del 25%, especialmente sustentada en el 73% de los afines a EH Bildu. El rechazo a esta opción, del 54%, refleja la división de los nacionalistas y el rechazo mayoritario de los no nacionalistas (68%).


Los resultados, que ofrecen una información para el Centro Memorial Victimas del Terrorismo de “qué políticas de memoria se pueden llevar a cabo, para reforzar mensajes o corregirlos”, ha reconocido Domínguez, también hacen hincapié en el papel de la educación. Así, el Euskobarometro arroja que los entrevistados consideran en un 67% (apoyado por todos los sectores sociales y políticos) que los planes educativos en colegios e institutos incluyan la enseñanza de lo que ha supuesto el terrorismo en Euskadi. Frente a esta mayoría, solo un 20% expresa su rechazo. Idéntico apoyo, según el informe, recibe la propuesta de que los planes educativos incluyan en su programación la prevención de la radicalización, para que no se vuelvan a reproducir actitudes violentas e intolerantes.

Fotografía: UIMP | Esteban Cobo