Luis de Lecea analiza en la UIMP las neuronas responsables de la conciliación del sueño

Santander.- ¿Qué ocurre en el cerebro mientras dormimos? ¿Es el sueño esencial para la memoria? ¿Es la falta de sueño una causa o una consecuencia del envejecimiento? ¿Por qué dormimos? “Lo más que sabemos es que dormimos porque no podemos sentirnos soñolientos”, bromea Luis de Lecea ante algunas de estas preguntas, aún sin respuesta. El catedrático del Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Stanford (EE.UU.) ha participado en el encuentro Sueño: neurociencia, salud y hábitos sociales, que se celebra esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), para explicar los avances en la investigación de las neuronas responsables de la conciliación del sueño.


Como ha explicado De Lecea, son los neurotransmisores llamados hipocretinas (Hcrt), producidos por las neuronas del hipotálamo, las que “esencialmente proporcionan la estabilidad entre el sueño y la vigilia”. De hecho, ha evidenciado durante su ponencia cómo las personas con narcolepsia muestran una carencia total de Hcrt, provocando incontrolables ataques de sueño.


Pero las verdaderas culpables de la somnolencia son las neuronas dopaminérgicas, que se ubican en el área tegmental ventral del cerebro. El equipo de De Lecea ha mostrado ya en ratones cómo “la inhibición química de este tipo de neuronas inducen al sueño”, a pesar incluso de la presencia de estímulos que infaliblemente activan a las productoras de dopamina, como puede ser una comida apetecible o la proximidad de una hembra. “La dopamina es necesaria para aumentar la excitación”, ha recordado De Lecea.


De hecho, el catedrático ha enseñado en video cómo los ratones, colocados en una nueva jaula desconocida para ellos, se ven inducidos a la construcción de nidos para dormir, una acción de preparación del sueño que se relaciona directamente con una actividad reducida del área tegmental ventral y una cantidad menor de dopamina. Por el contrario, De Lecea ha señalado que la activación de las neuronas generadoras de esta sustancia química despierta a los animales de un sueño profundo y los mantiene “sorprendentemente” despiertos durante un periodo de tiempo prolongado.


Otro de los aspectos interesantes del sueño es su relación con la memoria. De Lecea ha explicado que a través de la estimulación optogenética, que utiliza la luz como agente inductor, se ha conseguido interrumpir el sueño de los ratones. Estas pruebas manifestaron que “hay un mínimo de sueño para fortalecer la memoria. Si tienes ciclos muy estrechos de sueño, esta no se consolida”, ha matizado el profesor de Stanford. Ahora solo queda por ver las implicaciones que estos avances pueden tener en humanos, cuyo sistema de recompensa y regulación del sueño es similar al de los ratones.

Fotografía: UIMP 2017 | Esteban Cobo