Óscar Alzaga: “Si una Constitución no tiene mecanismos de reforma, hay riesgo de rupturas históricas”

Santander.- El histórico líder de Unión de Centro Democrático (UCD) y catedrático de Derecho Constitucional Óscar Alzaga ha reflexionado sobre la sociedad actual en la que, ha señalado, "está instalada una alergia a la reforma constitucional", lo que se debe, en su opinión, a "una cultura política de poca afición al diálogo riguroso". Así se ha expresado durante su intervención en el seminario Pulso de España II de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo que se ha inaugurado este lunes en el Palacio de la Magdalena con la presencia del secretario general de la UIMP, Álvaro Gutiérrez Berlinches, y el director del curso, Antonio López Vega, director de la publicación Pulso de España de Metroscopia.

"Las taras de la reforma en el Derecho Constitucional español y en el occidental pierden rápidamente prestigio ante la obviedad de que es necesario abrir cauces a la reforma constitucional", ha explicado el catedrático, que ha insistido en la necesidad de cambiar esa "cultura política de poca afición al dialogo riguroso". Dialogo que, en su opinión, permite conocer las posturas de quienes tienen una formación y una visión diferente, "base profunda de la convivencia".

Alzaga, también miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, hace un llamamiento a "un proceso de reflexión e histórico" no solo en España, sino en el contexto del mundo occidental: "En el siglo XIX, y no digamos en el siglo XX, la doctrina coincide en que la reforma no solo es posible, sino que pasamos a considerar que es necesaria", ha afirmado. También ha abogado por "una cultura de reflexión permanente sobre lo que no opera bien en los órganos, las instituciones y las mecánicas aplicativas de la Constitución para debatir qué reforma hay que acordar para que la dinámica constitucional sea más cooperativa", ha añadido. Fundamentalmente, por dos objetivos: como instrumento de adecuación entre la realidad jurídica y política, y como mecanismo de articulación de la continuidad jurídica del Estado, "porque si no hay mecanismo de reforma, lo que tenemos son rupturas históricas".

Otros de los motivos que no ayudan a la reforma de la ley de leyes, ha explicado, son las "ideologías excluyentes" y la dialéctica entre los partidos políticos, razones que quizás puedan explicar que no solo la Constitución tenga dificultades para la reforma: "Cuando hay que cubrir vacantes en el Consejo General del Poder Judicial o vacantes en el Tribunal Constitucional por una mayoría reforzada, hay veces que se tarda un número de años que son un record en las estadísticas de Europa Occidental".

Por último, se ha referido al Senado y las diputaciones. Sobre las segundas, ha reconocido, no es capaz de explicar su utilidad: "La filosofía de origen de las diputaciones es incompatible con la modesta visión de este proceso del Derecho Constitucional como filosofía del estado federal. Creo las diputaciones sobran, pero resulta que son útiles para ciertas cosas". Además, ha apoyado un Senado determinado por un sistema de listas y no con uno abierto que ha permitido al nacionalismo catalán y vasco "la reivindicación permanente".

Fotografía: Esteban Cobo