Pedro Mora, presidente de la Plataforma Tecnológica Española del CO2: “No habrá industria en el futuro si no es descarbonizada”

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Santander, 2 de agosto de 2023-.  Las tecnologías de captura, almacenamiento y usos del CO2 —también conocidas como tecnologías CAUC— se han posicionado los últimos años como una de las grandes esperanzas para luchar contra el cambio climático y a la vez impulsar el crecimiento económico.

Con el objetivo de dar a conocer e impulsar estas (todavía desconocidas) tecnologías se desarrolla —entre hoy y mañana— el curso ‘Transformando el CO2 en oportunidades: tecnologías de captura, almacenamiento y usos del CO2’, organizado en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en colaboración con el Gobierno de Cantabria y la Plataforma Tecnológica Española del CO2 (PTECO2).

Esta mañana, en la Sala de Prensa del Palacio de la Magdalena han comparecido ante los medios Pedro Mora, presidente de PTECO2 y Manuel Álvarez, profesor titular en el área de Ingeniería Química de la Universidad de Cantabria, ambos directores del curso, junto a Fernando Rubiera, profesor de Investigación en el Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (Incar), organismo perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), quien abordará en el curso el tema de las ‘Tecnologías de captura de CO2’.

Las tecnologías CAUC

Manuel Álvarez ha explicado qué son las tecnologías CAUC: “Corresponden a tecnologías de captura, almacenamiento y usos de CO2. Estas tecnologías lo que pretenden es que las emisiones de CO2 que se generan en cualquier proceso de combustión, capturarlas, separar ese CO2 de la mezcla de gases de esas corrientes de combustión y luego, o bien almacenarlas en estructuras geológicas de forma segura, o buscar un uso de CO2, que puede ser directo o mediante tecnologías que permiten transformar el CO2 en combustibles o en productos químicos”.

Por su parte, Fernándo Rubira ha apuntado que “ya desde los años 30 se estaban utilizando estas tecnologías. “Es cierto que son tecnologías maduras que se están aplicando ya desde hace bastantes años, por ejemplo en la industria agroquímica, incluso se está intentando utilizar en la industria de generación de energía de carbón”, ha añadido. Además, Rubira ha resaltado, respecto al precio de estas tecnologías, que “estamos en un momento en que los costes de pagar por ese CO2 que producimos, ya están compensando que se apliquen”.

Las emisiones de la UE

Por su parte, Pedro Mora ha señalado que “según nos dice la Comisión Europea, hay entre 300 y 640 millones de toneladas de CO2 emitidas al año, en la UE, que por ser CO2 de proceso o de combustión de alta temperatura no son editables con otras tecnologías que no sean CAUC. Mora ha abundado en el tema poniendo un ejemplo: “Cuando descarbonatas, —rompes una molécula de carbonato cálcico para fabricar óxido de calcio o cal— te queda otra molécula de CO2. Eso es lo que se denomina CO2 de proceso, que no proviene de la combustión. Y luego hay algunas combustiones de alta temperatura que no son electrificables ni sustituibles por hidrógeno o similar. Por lo tanto, esa cantidad significativa —que representa entre el 20-25% de nuestras emisiones— solamente se pueden reducir mediante tecnologías de captura y uso o almacenamiento geológico de CO2”.

“Por lo tanto, al hablar de las CAUC estamos hablando de una línea tecnológica absolutamente relevante si de verdad queremos conseguir la descarbonización de la Unión Europea y del mundo”, ha recalcado Mora, quien ha añadido que “no habrá en el futuro industria si no es industria descarbonizada. El reto que tiene la sociedad mundial, y Europa como líder tecnológico en este aspecto, es conseguir el objetivo de la descarbonización total y las tecnologías CAUC son necesarias para conseguir ese objetivo”.

Aplicación de las tecnologías CAUC

Por otra parte, Mora ha explicado que la plataforma PTECO2 la conforman 54 entidades, donde existen empresas privadas, empresas públicas, centros de investigación públicos y privados, universidades y pequeñas y medianas empresas. “Los actores que tienen el conocimiento y los que quieren aplicarlo para su descarbonización, que normalmente suelen ser industrias de procesos mineralógicos y procesos químicos, que suelen ser los que tienen ese CO2 de proceso, que no tienen otra tecnología distinta a ésta para poder adaptarlo”, ha remarcado.

Respecto a la descarbonización del transporte —una de las principales causas de la contaminación de CO2— Pedro Mora ha apuntado que “los usos del CO2 capturado de origen biogénico junto con el hidrógeno verde conforman vectores fundamentales, junto con la electrificación del transporte, que pueden ayudar a mitigar en una parte muy importante el consumo”.

El papel de las renovables

“La idea futura es que los excesos de energías renovables que son difíciles de utilizar, ya que son energías intermitentes, se puedan acoplar a este tipo de procesos de conversión del CO2, de tal forma que esa energía intermitente pueda quedar almacenada químicamente en combustibles o por ejemplo en portadores de hidrógeno, que son productos líquidos, de ácido fórmico, que se pueden usar a posteriori”, ha finalizado Manuel Álvarez, profesor titular en el área de Ingeniería química de la Universidad de Cantabria y codirector del curso.

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