Santander.– El economista Ramón Tamames, ha afirmado que, una vez que China ya tiene una economía capitalista, hay que ver "si evoluciona a una política occidentalizada de la que aún está lejos". Así se ha expresado en la inauguración de China, en el escenario internacional: crecimiento en un nuevo equilibrio mundial, en la que ha estado acompañado de Joaquín Garrido, el vicerrector de Extensión Universitaria y Enseñanza del Español de la UIMP y Felipe R. Debasa, secretario del curso.
Tamames ha aprovechado la intervención para definir los objetivos del foro, que busca "apreciar el posicionamiento de China en la economía y la política internacional así como cuáles son los límites de su crecimiento", ha concretado. Además ha hecho un breve resumen de los acontecimientos históricos que han llevado al país asiático a encontrarse en la encrucijada que vive actualmente, situándose como principal amenaza económica de las potencias occidentales.
El catedrático ha subrayado el papel clave que jugará China en el futuro del Pacífico, donde han florecido varios proyectos de cooperación económica en los que participan países europeos y oceánicos. La "intromisión" de EE.UU. en "los asuntos asiáticos" demuestra la "gran importancia de tener influencia sobre el área". Además, Tamames ha añadido que ahora hay que observar si "China puede expulsar a EE.UU. de la región asiática y si los americanos lo van a consentir".
Por último ha destacado la paradoja que supone el enorme crecimiento vivido por el gigante asiático, un crecimiento económico del 7 por ciento anual, con su marginal presencia en organismos internacionales. "En 15 años China puede ser a nivel económico, el doble de potente que EE.UU". Sin embargo esto contrasta con el "escaso 4 por ciento de cuota que China tiene en organismos como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, en comparación al 16 por ciento de EE.UU.".
2045, fin de la era humana
En la primera jornada también ha participado José Luis Cordeiro, ingeniero y economista venezolano, que ha explicado los grandes avances tecnológicos en los que está trabajando China. "El año 2045 será el de la singularidad tecnológica, momento en el que la inteligencia artificial alcance y supere a la humana. Será el año en el que el hombre se convertirá en inmortal". Asimismo ha mostrado cómo los avances en la secuenciación del genoma, en los que trabaja China, permitirán saber las enfermedades que desarrollaremos en el futuro, lo que ahondará en la necesidad de trabajar en la medicina preventiva. Estas innovaciones genéticas nos darán la opción de "tener hijos con las características que queramos, e incluso reproducir animales que están extinguidos".
Fotografía: Juan Manuel Serrano
