Valentín Fuster advierte que las enfermedades cardiovasculares han de prevenirse desde los tres años

Santander. – El director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y del Instituto Cardiovascular del Mount Sinai Hospital, Valentín Fuster, ha advertido que el tratamiento de la enfermedad cardiovascular es "carísimo", independientemente del método utilizado. "Estamos pagando un precio para prolongar la vida, tanto con medicamentos, como con aspectos quirúrgicos. Tratamos la enfermedad, pero no dejamos a la gente morir". En su opinión, la solución para hacer frente a estos problemas se encuentra en "prevenir la patología cardiovascular y promocionar la salud" a edades muy tempranas, ha explicado durante su intervención en el Curso Magistral Población, Bases clínicas y moleculares de la enfermedad cardiovascular y la salud, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

En declaraciones a los medios, Fuster ha señalado que también es esencial "identificar a los individuos que están en situación de riesgo" ya que, gracias a la tecnología avanzada con la que se está trabajando, "se pueden ver las arterias del paciente a edades muy tempranas y sin tener que inyectar ningún medicamento en el cuerpo", lo que permite hacer frente a esta patología desde niños. Y es que, a pesar de que "el infarto aparece a los 50 años, los problemas cardiovasculares empiezan a los 10 años de edad", ha destacado.

Así, el cardiólogo ha hecho hincapié en la necesidad de educar a los niños desde los tres años, ya que si no aprendemos cómo mantenernos sanos, de nada sirve prolongar la vida.
Como ejemplo método pedagógico que se está empleando en países como España, Estados Unidos o Colombia, Fuster ha explicado que "se está trabajando con 100.000 niños de 3 a 6 años", impartiendo "70 horas de docencia relacionadas con aspectos de salud", como el funcionamiento del cuerpo, los hábitos de comida, el ejercicio físico y el control de las emociones para prevenir la ingesta de alcohol o drogas. Así, Fuster ha señalado que "los resultados obtenidos, de momento, son muy buenos".

Asimismo, el cardiólogo ha explicado que "trabajar con niños desde pequeños es muy importante, ya que, al tener pocos centros cerebrales y que no conectan bien, el niño es capaz de digerir la información que percibe mejor que un adulto", y por eso, la educación en salud se capta de manera más eficaz a edades tempranas. Sin embargo, Fuster ha advertido que va a ser difícil "controlar la calidad de la enseñanza" en materia de prevención cardiovascular.

Finalmente, el experto ha destacado la estrecha relación entre corazón y cerebro en las enfermedades ya que comparten los mismos factores de riesgo. Así, Fuster ha explicado seis causas que influyen en el desarrollo de este tipo de patologías: "la obesidad, la presión arterial, el elevado colesterol, la diabetes, fumar y no hacer ejercicio". Estos factores actúan sobre las arterias pequeñas del cerebro y su obstrucción puede provocar la degeneración senil.

FOTOGRAFÍA: Esteban Cobo /UIMP.