“Cualquier actuación natural o de origen antropogénico modifica la capacidad de los humedales de Doñana y del entorno del río Guadalquivir como secuestrador de CO2”, asegura la directora del curso Emma Huertas, investigadora del CSIC Andalucía. Entre las preocupaciones de esta científica, la profunda sequía que se prevé experimentaremos a finales del siglo XXI o la limitación de entrada de agua a Doñana, ya sea a través del Estuario del Guadalquivir o la del propio acuífero.
Por su parte, la directora de la UIMP-Sevilla, Encarna Aguilar, destaca la relevancia de este curso, no sólo por el nivel de los ponentes, científicos e investigadores del CSIC de Andalucía y de las principales universidades de la región, sino por ser el primer curso de Verano que celebra la UIMP en Sevilla, tradicionalmente centrada en los Cursos de Primavera y Otoño.
La directora Huertas, resaltó además el comportamiento del estuario del Guadalquivir como potente bomba de carbono, tanto como exportador de este elemento a la plataforma del Golfo de Cádiz como emisor a la atmósfera. En su intervención, la científica explicó los procesos que regulan el estado biogeoquímico de ambos ecosistemas y su posible evolución ante actuaciones de origen humano.
El curso ha contado con expertos de la talla del catedrático de la Universidad de Granada, Miguel Ángel Losada, también director del Instituto Interuniversitario del Sistema Tierra en Andalucía, que alertó: "Tenemos un problema de toxicidad enorme en el Guadalquivir. Por favor, gestionen el sistema de forma integrada desde el conocimiento y con el conocimiento. Analicen y cuantifiquen la incertidumbre; tomen las decisiones en función del riesgo ambiental, social y económico".
El curso también ha incluido una escapada al Parque Nacional de Doñana en la que los alumnos han podido tomar muestras de las distintas zonas acuíderas del entorno para luego analizarlas con los expertos.