La utilidad de la obtención de resultados en Salud en la población real tratada en España es enorme, sin embargo, aunar protocolos para gestionar estos datos entre los distintos agentes del entorno sanitario es una tarea que está aún por hacer. Ayer se dio un importante paso con la presentación en la Real Academia de Medicina de Sevilla del libro ‘El paciente, la innovación farmacéutica y la aplicación de los Esquemas de Pago por Resultados’, editado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en colaboración con UCB.
Esta publicación recoge las conclusiones del IV Seminario de Gestión en Farmacia Hospitalaria para Directivos, celebrado el pasado año en la sede de la UIMP en Santander, y que sirve de base para establecer un modelo colaborativo entre administración, gestores, industria y pacientes.
A la presentación del libro, que ha estado presidida por el rector de la UIMP, César Nombela Cano, han acudido los responsables de la publicación: el presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y Jefe de Servicio de Farmacia del Hospital Virgen Macarena de Sevilla, Miguel Ángel Calleja Hernández; el director de Farmacia y del Medicamento del Consorci de Salud y Social de Cataluña, Antoni Gilabert Perramon, y el director de Farmacia del Departamento de Salud del Gobierno Vasco, Jon Iñaki Betolaza. El acto ha contado también con la presencia del secretario General de Investigación de Salud de Andalucía, Ramón González Carvajal; el director General de UCB Iberia, Jesús Sobrino; el director de la Real Academia de Medicina de Sevilla, Jesús Castiñeira; y la directora de UIMP-Sevilla, Encarna Aguilar.
Para César Nombela, el perfeccionamiento de los productos farmacéuticos supone “un camino aún largo” y “el sector de la industria farmacéutica tiene que asumir su responsabilidad". Los datos reales de los resultados clínicos en Salud, lo que se conoce como Real World Data y Real World Evidence, son la gran asignatura pendiente del sistema sanitario español. Hasta ahora, la financiación de los medicamentos se hace en función de los resultados clínicos presentados para su registro ante las autoridades sanitarias nacionales. Sin embargo, la evaluación debería ser continua a lo largo del ciclo de la vida del medicamento.
Calleja destacó la importancia de hacer una “reevaluación de los resultados”. Son necesarios los observatorios de resultados en Salud, conocer cómo se utilizan los medicamentos, los problemas y comorbilidades reales de pacientes españoles. En el libro se recogen las fórmulas, ejemplos y casos prácticos planteados en el seminario. “Debemos dejar de ver el fármaco como un gasto y empezar a verlo como una inversión”, añadió Betolaza. Pero para ello es necesario conocer primero cómo se obtienen los resultados, cómo registrarlos y cómo analizarlos, para conocer el estado real de salud de la población y tomar decisiones que permitan fijar prioridades y evitar usos inapropiados de los recursos disponibles.
En opinión de Gilabert, “hay que compartir riesgos e incertidumbres de los resultados”. El reto al que se enfrentan los sistemas sanitarios es, por tanto, aunar innovación y sostenibilidad de la prestación farmacéutica. Por su parte, el rector de la UIMP considera que "tener tanta información del paciente nos obliga a todos a asumir mayores responsabilidades", así que es prioritario "aprovechar los datos para convertirlos en un conocimiento adecuado".